UN LUGAR EN LA CASA DE DIOS
En Juan 14:2 el Señor Jesús dice: “En la casa de Mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, Yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros”. Si ustedes leen este versículo a la luz de todo el Nuevo Testamento, verán que la casa aquí se refiere a la iglesia, y no a las supuestas mansiones celestiales. En el capítulo 2 de Juan “la casa” se refiere primeramente al templo y, en segundo lugar, al cuerpo del Señor Jesús. Así como el templo era la casa de Dios, de la misma manera el cuerpo físico del Señor era la casa de Dios cuando el Señor estuvo en la tierra. Después de la resurrección de Cristo, Su cuerpo físico llegó a ser el Cuerpo místico, el cual es la casa de Dios hoy. Este Cuerpo místico, el Cuerpo de Cristo, es la iglesia. Cuando el Señor Jesús estaba próximo a morir, les dijo a Sus discípulos que iba a preparar una morada para ellos en la casa de Dios. Esto significa que iba a preparar un lugar para nosotros en la iglesia. Por consiguiente, al comienzo de esta sección del Evangelio de Juan, el Señor dijo claramente que Su ida tenía como propósito lograr una sola cosa: preparar un lugar para nosotros en la casa de Dios, la iglesia, y preparar el camino para que nosotros fuésemos introducidos en este lugar.
(Mensajes de la verdad, capítulo 6, por Witness Lee)