TRAZAR BIEN LA PALABRA DE VERDAD
En 2 Timoteo 2:15 Pablo dio el siguiente mandato: “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que traza bien la palabra de verdad”. Todo estudiante de la Biblia presta atención a este versículo. Cuando yo era joven, los maestros de la Asamblea de los Hermanos recalcaron la importancia de trazar bien la palabra de verdad. Pablo le hizo esta exhortación a Timoteo porque la verdad en cuanto a cualquier asunto no se halla en un solo pasaje de la Biblia; más bien, se halla en diferentes libros de la Biblia, es decir, se halla un poquito en un pasaje y otro poquito en otro pasaje. El Señor en Su sabiduría revela la verdad de esta manera. Quizás lo hizo para que los que son negligentes encuentren dificultades para conocer la verdad. A fin de conocer la verdad debemos ser diligentes. Por esta razón, cuando Pablo exhortó a Timoteo, le dijo: “Procura con diligencia”.
Algunos dirán que no debemos ser estrictos ni legalistas en cuanto al estudio de la Palabra. Insisten en que debemos leer la Biblia únicamente cuando el Espíritu nos inspire a hacerlo. Esto es como decir que no necesitamos comer tres comidas al día, sino comer únicamente cuando el Espíritu nos inspire. Esto significa que si no recibimos ninguna inspiración, no debemos comer. En vez de ello, Pablo nos exhorta a procurar con diligencia. Si verdaderamente procuramos con diligencia presentarnos a Dios aprobados, entonces cuando leamos la Palabra, encontraremos la verdad revelada en un pasaje tras otro, como las piezas de un rompecabezas. Debemos juntar todas estas piezas a fin de ver el cuadro completo, a fin de ver la visión. Conforme a Isaías 28:13, la palabra del Señor es “mandato sobre mandato, mandato sobre mandato; renglón sobre renglón, renglón sobre renglón; un poquito aquí, un poquito allá”. Esto significa que encontramos la verdad un poquito a la vez.
Con respecto a leer la Biblia y a conocer la verdad, yo soy muy emprendedor; de hecho, soy más emprendedor y diligente de lo que era años atrás. Debido a que soy tan emprendedor para sumergirme en las profundidades de la Palabra, a veces mi esposa tiene que llamarme varias veces para que venga a desayunar. La Palabra es como una inagotable mina de oro; yo siempre encuentro algo nuevo en ella. Todos tenemos que ser diligentes para sumergirnos en la Palabra.
La exhortación de Pablo de trazar bien la palabra de verdad fue dada a Timoteo, un joven colaborador que había sido comisionado por Pablo para ayudar a las iglesias. Si usted desea ser esta clase de siervo del Señor, debe ser diligente para presentarse a Dios aprobado en lo referente a conocer la verdad y trazar bien la palabra de verdad. El primer requisito que debe cumplir alguien que ha sido comisionado para ayudar a las iglesias es tener el debido conocimiento de la palabra de verdad. Sin lugar a dudas, el trazar bien la palabra de verdad no es solamente para que nosotros personalmente podamos entender la Biblia, sino también para que podamos enseñar a otros. Debemos aprender a juntar todas las piezas del rompecabezas a fin de formar un cuadro claro que otros puedan ver. Muchos cristianos han leído la Biblia sin ver el cuadro completo. A pesar de que tienen todas las piezas, no pueden juntarlas. Todos debemos sumergirnos en la Palabra, encontrar las piezas y juntarlas para que otros puedan ver el cuadro completo. En esto consiste trazar bien la Palabra.
(
Mensajes de la verdad, capítulo 3, por Witness Lee)