Ejercicio del reino a fin de edificar la iglesia, El, por Witness Lee

LAS PUERTAS Y LAS LLAVES

Las puertas se mencionan en el versículo 18, y las llaves, en el versículo 19. El enemigo tiene las puertas, pero nosotros tenemos las llaves. Las puertas no son más poderosas que las llaves; al contrario, las llaves controlan las puertas. Aunque las puertas del enemigo son mucho más grandes que las llaves, ellas están bajo el control de las llaves, así como las puertas de un edificio son controladas por las llaves que las abren y las cierran. ¡Aleluya, nosotros tenemos las llaves! Satanás podrá tener muchas puertas, pero nosotros tenemos las llaves.

Ahora debemos ver cuáles son las llaves del reino. Poco después de que fui salvo, un notable maestro de la Biblia me enseñó que las llaves del reino que le fueron dadas a Pedro eran dos. Pedro usó la primera llave para abrir la puerta del reino de los cielos a los creyentes judíos en el Día de Pentecostés (Hch. 2:38-42), y usó la otra llave para abrir la puerta del reino de los cielos a los creyentes gentiles en la casa de Cornelio (10:34-48). Todavía sigo creyendo que esta enseñanza es correcta; pero, como veremos más adelante, hay mucho más sobre este tema de las llaves.

A fin de interpretar la Biblia, debemos seguir el principio básico de tener en cuenta el contexto de cada versículo. Mateo 16 nos revela a Cristo, el Hijo del Dios viviente, la iglesia, el reino, las llaves del Hades y las llaves del reino. El versículo 21 revela lo que debe ocurrir para que Pedro sea transformado de Simón a Pedro. Para ello, el Señor Jesús tenía que ser crucificado y resucitado. Fue por medio de la crucifixión y resurrección de Cristo que Simón, hijo de Jonás, llegó a ser Pedro, un hijo de Dios. Sin este paso, habría sido imposible que Simón Barjona llegara a ser Pedro.

(Ejercicio del reino a fin de edificar la iglesia, El, capítulo 3, por Witness Lee)