Ejercicio del reino a fin de edificar la iglesia, El, por Witness Lee

MOTIVADOS A BUSCAR DE CRISTO CON DESESPERACIÓN

Una vez que seamos constreñidos y motivados a buscar de Cristo, no estaremos ociosos con relación a Cristo, ni tampoco seremos indiferentes. Debo confesarles que siento una pesada carga con respecto a este asunto. Me preocupa que ni siquiera muchos de nosotros nos sintamos motivados a buscar de Cristo con tanta desesperación. Es preciso que veamos cuán crucial es la situación, pues recibiremos un castigo o una recompensa. Por consiguiente, debemos decir: “Señor, estoy desesperado. Tengo que buscarte, pues seré castigado o recompensado”. Esto no es simplemente cuestión de conocer la verdad acerca del reino, sino de estar desesperados para ganar a Cristo.

¿Está usted buscando de Cristo? ¿Está usted ganando cada vez más de Él? Si no es así, no se disculpe. No diga: “Señor, no puedo hacerlo. No puedo llegar a la norma de la constitución que nos presentaste en Mateo 5, 6 y 7. Señor, Tú sabes que nadie puede lograrlo. ¿Cómo podría lograrlo yo? Señor, por favor, discúlpame”. Tal vez usted pueda disculparse hoy, pero no podrá hacerlo cuando tenga que comparecer delante del Señor en Su tribunal. Para entonces no se aceptará ninguna disculpa; y si usted trata de disculparse, el Señor le dirá: “¿No me presenté a ti? Yo soy la gracia que todo lo provee. ¿Pero tenías tú suficiente hambre para buscar de Mí?”. ¿Qué dirá usted? Tendrá que quedarse callado.

Debido a que son muy pocos los cristianos que tienen hambre del Cristo que experimentamos de modo subjetivo, es imposible que la iglesia sea edificada con ellos. ¿Dónde puede uno encontrar cristianos que se nieguen a sí mismos y pierdan la vida de su alma? Es difícil encontrar ni siquiera uno. Ellos en su mayoría permanecen en un grupo particular mientras estén allí contentos. Pero cuando dejan de estarlo, se van a otro lugar. Esto indica que no se niegan a sí mismos ni pierden el alma; en lugar de ello, están llenos de excusas. Pero ¿qué podemos decir de nosotros? ¿Estamos dando excusas o se nos está obligando a buscar de Cristo? Debemos decirle al Señor que estamos escasos de Él y que estamos desesperados por ganarle.

(Ejercicio del reino a fin de edificar la iglesia, El, capítulo 8, por Witness Lee)