CIERTA CLASE DE PERSONAS
Fue así que ellos llegaron a ser cierta clase de personas. Ellos eran personas que tenían a Dios mismo mezclándose con ellos. Sabemos que debemos predicar el evangelio y alcanzar a los incrédulos. Sin embargo, no debemos hacer esto en nosotros mismos. Debemos ser cierta clase de personas que son puestas en el Dios Triuno y son llenas del Dios Triuno. Por un lado, debemos estar en el Dios Triuno, y por otra, necesitamos que el Espíritu vivificante viva en nosotros. Los primeros discípulos eran esta clase de personas.
Ser llenos del Espíritu Santo significa estar en una condición en la cual continuamente somos llenos del Dios Triuno. Ésta era la situación diaria, el andar diario y la condición diaria de los primeros discípulos. En la actualidad, el Espíritu Santo es la realidad plena del Dios Triuno que podemos experimentar, es la verdadera corporificación del Dios Triuno. Cuando estamos llenos del Espíritu Santo, eso equivale a estar llenos del Dios Triuno. Es por ello que el Señor Jesús no les dijo a los discípulos que ellos debían ser predicadores, sino testigos. “Recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y seréis Mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hch. 1:8). Ellos no eran predicadores, sino testigos, debido a que estaban en el Dios Triuno y el Dios Triuno estaba en ellos. Ellos y el Dios Triuno eran uno. En otras palabras, su vivir diario consistía en la experiencia de tener a Jesús morando en ellos; es en esta condición que ellos eran llenos del Espíritu Santo.
(Cristo que mora en nosotros seqún se ve en el canon el Nuevo Testamento, El, capítulo 6, por Witness Lee)