EL RESULTADO DE SER BAUTIZADOS
ES QUE SE NOS DA FIN
Por medio del bautismo, nosotros fuimos introducidos en el Dios Triuno; sin embargo, esta acción también incluye el hecho de darnos fin. Para ello debemos leer nuevamente Romanos 6. “¿O ignoráis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en Su muerte? Hemos sido, pues, sepultados juntamente con Él en Su muerte por el bautismo” (vs. 3-4). Nosotros fuimos bautizados en Su muerte y, como hemos visto, Su muerte implica el darnos fin. Por lo tanto, ser bautizados en Cristo da por resultado que se nos dé fin.
Cuando nosotros fuimos bautizados en Cristo, se nos dio fin en Él y fuimos sepultados en Él. Aunque nos gusta mucho escuchar que fuimos bautizados en el Dios Triuno, en Cristo y en un solo Cuerpo, es necesario que comprendamos lo que el bautismo significa. El bautismo implica que se nos da fin y somos sepultados. Ser bautizados en Cristo equivale a que se nos da fin en Cristo. Nosotros incluso somos sepultados en Cristo. Muchas personas creen que ser introducidos en Cristo significa ser puestos en los cielos; sin embargo, en realidad significa ser puestos en una tumba. Es por ello que Gálatas 2:20 dice: “Ya no vivo yo”. Se le dio fin al “yo” y fue sepultado. Todos los que fuimos bautizados en Cristo, fuimos bautizados en Su muerte. Esto no suena tan agradable. Aunque nos gusta estar en Cristo, a ninguno nos gusta estar en la tumba. Sin embargo, si recibimos a Cristo, ciertamente debemos aceptar también Su muerte. Su muerte implica que se nos dio fin y fuimos sepultados.
(Cristo que mora en nosotros seqún se ve en el canon el Nuevo Testamento, El, capítulo 3, por Witness Lee)