Cristo que mora en nosotros seqún se ve en el canon el Nuevo Testamento, El, por Witness Lee

LOS EVANGELIOS, EL LIBRO DE HECHOS Y LAS EPÍSTOLAS

Los Evangelios nos muestran cómo Cristo llegó a ser hombre a fin de que nosotros pudiéramos ser introducidos en Él, y cómo Él llegó a ser el Espíritu a fin de poder entrar en nosotros. En primer lugar, nosotros somos introducidos en Él. En segundo lugar, Él entra en nosotros y vive en nuestro interior. Éste es el aspecto principal que vemos en los Evangelios.

Después de esto, Hechos nos muestra a un grupo de personas que fue bautizado en el Dios Triuno, y ahora Él mora en todas ellas como su vida y, como resultado, ellas llegan a ser Su expresión. Por lo tanto, hablando con propiedad, Hechos no es un libro que trata sobre la predicación, ni sobre la obra ni el ministerio. Este libro es una crónica de un pueblo corporativo que fue introducido en el Dios Triuno y que tiene al Dios Triuno viviendo en su interior. Ellos eran esta clase extraordinaria de seres humanos. Ellos eran una especie que estaba mezclada con Dios, al estar en Dios y tener a Dios viviendo en su interior. Hechos no es un libro que relata las actividades de ciertas personas, sino una biografía de esta clase extraordinaria de seres humanos.

Después de Hechos, vienen las Epístolas. Verdaderamente debemos darle gracias al Señor por el orden en que fueron puestos los libros de las Escrituras. Primero tenemos los Evangelios, luego el libro de Hechos y después la Epístola a los Romanos. Para entender al Cristo que mora en nosotros, necesitamos dos cosas. Necesitamos recibir la visión y tener las debidas experiencias. Las experiencias son siempre el resultado de la visión. Los cuatro Evangelios y el libro de Hechos nos imparten la visión, y las Epístolas nos dicen cómo experimentar al Cristo que mora en nosotros.

(Cristo que mora en nosotros seqún se ve en el canon el Nuevo Testamento, El, capítulo 7, por Witness Lee)