Cristo que mora en nosotros seqún se ve en el canon el Nuevo Testamento, El, por Witness Lee

UNA PROMESA Y UN LLAMADO

Sin embargo, el beber no ocurre una vez y para siempre. Necesitamos asegurarnos de que estemos bebiendo. Debemos beber. El beber resuelve todos los problemas. La Biblia entera concluye con una promesa y un llamado. La promesa se halla en Apocalipsis 22:14: “Bienaventurados los que lavan sus vestiduras, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad”. El llamado se halla en Apocalipsis 22:17: “El que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente”. La Biblia concluye con estas dos cosas. La promesa está relacionada con el comer y el llamado con el beber. Debemos comer a Jesús como el árbol de la vida, y beber de Él como el río de vida. Si todos los cristianos renunciaran a sus doctrinas, opiniones y conceptos, y únicamente se preocuparan por comer y beber a Jesús, trastornarían el mundo entero.

Por ejemplo, ¿cómo puede una pareja joven experimentar unidad? Yo les puedo garantizar que si ellos no comen a Jesús ni beben del Espíritu, no pasarán tres días sin que tengan alguna discusión. Si simplemente beben del Espíritu, no tendrán problemas. Es muy sencillo, y es algo completamente ajeno a la religión. Si esta pareja de hermanos jóvenes bebe de Jesús como el Espíritu vivificante, experimentarán unidad. Si no beben de Jesús, por mucho que hablen de la unidad, nunca podrán ser uno.

Nuestro Dios se hizo hombre, y luego vino a ser el Espíritu vivificante. Hoy en día Dios es el Espíritu vivificante, a fin de que nosotros podamos aplicarlo, apropiarnos de Él y disfrutarlo. Es posible que creamos que Él se hizo hombre para morir en la cruz como nuestro Redentor y, aun así, continuemos discutiendo con nuestra esposa. Es muy maravilloso que Él sea nuestro Salvador, sin embargo, nosotros necesitamos aplicarlo como nuestra vida. La única manera de hacer esto es beber del agua de la vida. Beber del agua viva no sólo apaga nuestra sed, sino que también hace que todos nuestros problemas desaparezcan. En Juan 7 este Espíritu aún no estaba allí, pero hoy en día podemos decir que este Espíritu está aquí. Nuestro Dios Triuno no es una doctrina ni tampoco es una religión, ni una forma ni un ritual. Él es el Espíritu vivificante y, como tal, está completamente disponible para que nosotros le bebamos.

(Cristo que mora en nosotros seqún se ve en el canon el Nuevo Testamento, El, capítulo 4, por Witness Lee)