Principios básicos en cuanto al ancianato, por Witness Lee

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COMUNIÓN ADICIONAL EN CUANTO AL ANCIANATO

Pregunta: ¿Puede jubilarse un anciano?

Respuesta: La Biblia no dice que un anciano pueda jubilarse. Así como un esposo y un padre no pueden jubilarse, tampoco puede hacerlo un anciano, puesto que todos estos asuntos están relacionados con la vida. Además, nuestra verdadera utilidad empieza a la edad de ochenta. Moisés empezó a ser usado por el Señor a la edad de ochenta (Éx. 7:7). Sin embargo, debido a que siempre hay varios ancianos en una iglesia, los mayores no deben esforzarse demasiado, debido a que los más jóvenes pueden llevar las cargas prácticas. Los mayores no tienen mucha fuerza o energía física, pero sus experiencias son valiosas y muy necesarias. El hermano Watchman Nee una vez me dijo que es una gran pérdida cada vez que fallece alguno de los santos de más edad. Él dijo que el recobro necesita que muchos santos vivan aún más de ochenta años, porque necesitamos sus testimonios en cuanto a sus experiencias en vida. Por lo tanto, debemos cuidar de nuestra salud para que podamos vivir por más tiempo por el bien de la iglesia.

Es peligroso que un anciano abandone el ancianato. Debemos participar en el ancianato de por vida o no entrar en ello. Debemos pedirle al Señor que nos dé la disposición para continuar sirviendo en esta función a cualquier precio. El pensamiento de jubilarnos es más bien natural. Cuanto más viejos seamos, más positivos debemos ser con respecto a nuestro servicio. Eso no significa que debamos hacer más, pero sí será de gran ayuda si en cualquier situación podemos hablar de nuestras experiencias. En cada iglesia hay varios hermanos que vigilan, y los mayores y los jóvenes tienen porciones diferentes. Nada puede reemplazar las lecciones aprendidas a través de la experiencia. Éstas son las riquezas de la iglesia.

Pregunta: ¿Cuál es la mejor manera de llevar a cabo el periodo de aprendizaje para el ancianato?

Respuesta: Debemos tener cuidado de no hacer esto de forma apresurada. En la iglesia debemos hacer todas estas cosas de manera continua pero gradual. Cuando los hermanos son invitados por primera vez a las reuniones de los ancianos como aprendices, ellos únicamente deben observarlos. De vez en cuando, los ancianos pueden pedirles que hagan algo. En un aprendizaje no se aprende principalmente por medio de enseñanza o instrucción, sino por medio de observación.

Pregunta: ¿Cómo podemos cultivar una aspiración apropiada con respecto al cargo de vigilar?

Respuesta: En 1 Timoteo 3:1 dice que es bueno aspirar al cargo de vigilar. Eso significa que para que una iglesia local tenga futuro es necesario que varios hermanos de la iglesia tengan la aspiración de algún día poder asumir la responsabilidad del ancianato. Esta aspiración difiere de la ambición. Si bien, por un lado debemos cultivar una aspiración apropiada para el ancianato, por otro, debemos condenar la ambición. Los ancianos de más edad deben asumir la responsabilidad y orar: “Señor, levanta más hermanos apropiados y útiles que puedan llevar la carga de la iglesia”. Algunos hermanos pueden ser muy prometedores y buenos para el ancianato, pero no tener la aspiración. Por lo tanto, debemos orar por ellos. La aspiración apropiada proviene principalmente de la oración de otros.

Pregunta: Al considerar a un hermano para el ancianato, ¿debemos tener en cuenta su reputación antes de ser salvo?

Respuesta: Si hicimos algo malo antes de ser salvos o después de salvos, debemos hacer una restitución completa a todos aquellos con quienes nos relacionamos. Si un hombre roba antes de ser salvo, una vez que llegue a ser creyente, debe hacer restitución a aquellos de quienes robó. Si no hace la debida restitución y con el tiempo llega a ser un hermano que toma la delantera en la iglesia, otros lo reprocharán.

Debemos diferenciar entre la calumnia y el reproche. El reproche significa que somos criticados por algún pecado, error, equivocación o mala acción. Mientras que la calumnia se refiere a cuando somos acusados falsamente o difamados simplemente porque hemos llegado a ser un creyente o hemos entrado en la iglesia. Si somos criticados por malas acciones que no hemos enmendado, eso es reproche, pero si somos calumniados por seguir al Señor, ése es un buen testimonio. Los que nos calumnian saben en lo profundo de sus conciencias que seguimos el camino correcto. Incluso si otros llegan a injuriarnos cuando les hacemos restitución por nuestras ofensas pasadas, sus conciencias les darán testimonio de que somos rectos.

Pregunta: ¿Cómo puede un anciano que es padre cuidar de su familia y al mismo tiempo estar siempre disponible para ayudar a los santos?

Es muy difícil ser uno que vigila. Lo que más ayuda a los hijos es que sus padres les dediquen tiempo. Sentarse con ellos, observar lo que hacen e instruirlos es la mejor manera de alentarlos y evitar que estén ociosos. A veces necesitamos tener conversaciones libres con ellos acerca de una gran variedad de temas. Si lo hacemos, ellos estarán contentos. A todos los niños les gusta aprender. Las necesidades que tenemos con nuestros hijos son infinitas. Así que cuanto más tiempo pasemos con ellos, mejor. Debemos permitir que ellos participen en nuestras actividades diarias, y debemos participar también en sus actividades. Sin embargo, un anciano también necesita estar disponible para ayudar a los santos. A fin de atender ambas necesidades, debemos aprender a tener comunión con el Señor y ser guiados por Él. Lo que les he compartido acerca del ancianato son principios. Pero necesitamos ser guiados por el Señor con respecto a las diferentes situaciones en particular.

(Principios básicos en cuanto al ancianato, capítulo 6, por Witness Lee)