Principios básicos en cuanto al ancianato, por Witness Lee

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LOS ANCIANOS SON PRODUCIDOS LOCALMENTE

Las emigraciones que hemos tenido en años recientes han permitido que se introduzca una práctica muy sutil, que podemos llamar transferencia de ancianos. Un anciano es como el padre en una familia, y los padres no son transferibles. En el Antiguo Testamento no vemos que hubiera transferencia de ancianos. Los ancianos de una tribu de los hijos de Israel eran producidos dentro de esa tribu. Si los ancianos de una tribu particular eran débiles, no se trasferían los ancianos de otra tribu. Los ancianos de Judá pertenecían a la tribu de Judá; ellos no podían ser transferidos a la tribu de Dan para ser los ancianos de esa tribu.

Así pues, los ancianos no son transferibles. En una emigración no transferimos a nadie. En el pasado cuando grandes grupos de santos emigraron para establecer nuevas iglesias locales, cada grupo ya era como una tribu de los hijos de Israel con ancianos que los acompañaban. Estos ancianos no fueron trasferidos para ejercer el liderazgo en medio de un nuevo grupo de santos. Sin embargo, debido a que algunos no entendieron correctamente lo que sucedía en estas migraciones, la práctica de transferir ancianos se introdujo de manera sutil. Esto es absolutamente contrario al principio bíblico y resulta útil únicamente para aquellos que desean edificar su propio reino manipulando la situación, a fin de ganar control sobre ciertas iglesias locales. Es peligroso transferir ancianos porque esto abre la puerta a la jerarquía. Los ancianos deben ser levantados localmente de entre los santos que se reúnen en una iglesia. Guardar este principio en vida evitará que surjan hombres falsos que manipulen la situación conforme a su ambición, en procura de edificar una jerarquía o un reino personal.

(Principios básicos en cuanto al ancianato, capítulo 2, por Witness Lee)