Servicio neotestamentario, El, por Witness Lee

CON VÍRGENES

Además, según el principio en el Nuevo Testamento, el servicio comenzó con una mujer joven, una virgen. Según el principio establecido en el Antiguo Testamento, las mujeres no eran contadas. En el libro de Números, las mujeres no estaban incluidas en el registro donde se contaba al pueblo de Dios. Incluso en el Nuevo Testamento, cuando el Señor Jesús alimentó a las cinco mil personas con cinco panes y dos pescados, se nos dice que había cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños (Mt. 14:21).

Además, en el Antiguo Testamento, las mujeres no eran designadas para ser sacerdotes o reyes. Hubo algunas profetizas, pero no se necesitaban a los profetas y profetizas cuando la situación era normal. Cuando la situación del pueblo de Dios era normal, estaban el sacerdocio y el reinado. Únicamente cuando se degradaba la situación, Dios levantaba a los profetas para recobrar el sacerdocio y el reinado. Cuando la situación era normal, no había lugar para las mujeres en el servicio antiguotestamentario.

Sin embargo, al comienzo del servicio neotestamentario, Dios no vino a un hombre, sino a una mujer. Dios vino a una mujer joven, a una virgen. No vino a una persona con mucha experiencia, sino a alguien totalmente nuevo porque Dios estaba a punto de hacer algo totalmente nuevo y diferente. Era tan nuevo que iba más allá de la experiencia humana, del conocimiento humano, del pensamiento humano y de la cultura humana. El hecho de que una virgen estuviera encinta era algo completamente nuevo en la historia del linaje humano. En toda la historia del hombre, nunca había ocurrido tal cosa. Esto es algo que va completamente en contra de las leyes naturales y de la cultura humana. El servicio neotestamentario es algo nuevo que va en contra de todo lo viejo.

Debemos considerar nuestra propia posición en relación con este asunto del servicio. ¿Podemos considerar que somos mujeres jóvenes, que somos vírgenes? Si decimos que no, entonces estamos acabados en cuanto al servicio neotestamentario. El servicio neotestamentario sólo se puede efectuar con tales vírgenes. Por muy extraño que parezca, todos tenemos que ser vírgenes (25:1; 2 Co. 11:2). No debemos considerarnos como hombres. Si tomamos la posición de un hombre fuerte, no tenemos nada que ver con el servicio neotestamentario. El principio básico es que el servicio neotestamentario comienza con una virgen. Si me preguntaran quién soy, diría: “Alabado sea el Señor, por Su misericordia, simplemente soy una pequeña virgen”. Para entrar en el servicio neotestamentario, tenemos que ser como una virgen que no sabe nada, así de sencillo. Debemos ser personas despojadas, indoctas e inexpertas. No debemos pensar que por ser personas mayores con conocimiento y con la cultura más elevada, reunimos los requisitos. No, si fuera así, no podríamos seguir adelante. Tenemos que ser vírgenes, personas tan nuevas, tan frescas, incluso indoctas.

Me alegro tanto que el ángel Gabriel haya ido a la virgen María. Si hubiera llegado a una mujer con experiencia, de más de ochenta años de edad, hubiera tenido que dedicar mucho más tiempo con ella debido a su conocimiento y experiencia. Tal hermana probablemente no hubiera dicho que era una esclava del Señor. Sin embargo, puesto que María era joven y no tenía experiencia, era una persona sencilla. Las personas mayores quizás hubieran hecho muchas preguntas, pero las jóvenes pueden simplemente decir, “Hágase conmigo conforme a tu palabra” (Lc. 1:38). Ellas no están ocupadas con ideas doctrinales. Las personas mayores tienen muchas consideraciones doctrinales, muchas preguntas doctrinales.

Me alegro mucho de que María fuera tan sencilla. Ella tenía cierto conocimiento: ella dijo que no había conocido a ningún hombre; por tanto, ¿cómo iba a concebir? Si no hubiera sabido nada, no hubiera dicho nada más que: “Hágase conmigo conforme a tu palabra”. Todavía estaba algo preocupada por lo que sabía. Nosotros pensamos que el conocimiento es bueno, pero de hecho, el conocimiento es un impedimento. El servicio neotestamentario es absolutamente diferente al conocimiento. El que una virgen concibiera un hijo es algo que va en contra del concepto natural y en contra de todo el conocimiento que pueda ofrecer el mundo. No obstante, alabamos al Señor porque finalmente María dijo que era una esclava del Señor.

(Servicio neotestamentario, El, capítulo 1, por Witness Lee)