EL NOVIO
El último punto que testificó Juan acerca de Cristo es que Él es el Novio (Jn. 3:29). Esto es algo relacionado con la iglesia. Juan entendía con claridad quién era el Señor, pero los discípulos de Juan no lo entendían así. Ellos se preocupaban cuando veían que cada vez más personas acudían a Jesús en lugar de Juan; por tanto, fueron a Juan para contarle lo que sucedía. Ellos sentían que las personas debían acudir a Juan. No obstante, Juan les dijo: “Dije: Yo no soy el Cristo [...] El que tiene la novia, es el novio [...] Es necesario que Él crezca, pero que yo mengüe” (vs. 28-30). Lo que Juan les estaba diciendo a sus discípulos es que Jesús es el Cristo. No sólo los demás debían acudir a Jesús, sino que sus propios discípulos debían acudir a Él también. Parece que Juan estaba diciendo: “No acudan a mí. Yo no soy el Cristo; Él es. Yo no soy el Novio; Él es. Es necesario que yo mengüe, pero Él debe crecer y obtener la novia, la cual es la iglesia”.
Cuando Juan dijo: “Es necesario que Él crezca, pero que yo mengüe”, esto quiere decir que Cristo debe obtener la iglesia como Su aumento. La iglesia es el aumento de Cristo. La novia es el aumento del Novio. Todos tenemos que menguar para que Cristo pueda crecer y obtener la iglesia. Hoy parece que muchos no permiten que Cristo obtenga la iglesia. Si mantenemos nuestra obra para el Señor en nuestras manos como si fuera nuestro propio crecimiento, no permitiremos que Cristo crezca. Sin embargo, el que tiene la novia es el Novio. La iglesia debe ser para Cristo.
(Servicio neotestamentario, El, capítulo 8, por Witness Lee)