LA GUÍA DEL SEÑOR
El ángel del Señor se le apareció a María con respecto a la concepción de Jesús. Sin embargo, cuando fue necesario salir de la tierra de Israel e ir a Egipto, el ángel no se le apareció a María, sino a José. Quizás usted sea maravilloso, pero es maravilloso sólo para concebir, no para moverse. La guía y dirección del mover del Señor no se obtienen por medio de usted, sino por medio de otra persona con la cual usted está relacionada. Si desea saber la voluntad del Señor con respecto a cómo usted se va a mover y las cosas que tiene que hacer, necesita a José. La concepción fue a través de María, pero a ella no se le dio la dirección, sino a José. ¡Esto es maravilloso!
Quizás usted sea la María actual; no obstante, usted necesita coordinar con José. Quizás esté completamente fuera de la religión y en el Espíritu Santo hasta tal punto que puede producir a Cristo, pero si no tiene a José, todavía no sabe qué hacer y no tiene la dirección del Señor. Para obtener la dirección del Señor, necesita a José. José fue guiado no solamente para bajar a Egipto, sino también para salir de Egipto y regresar a la tierra de Israel. No se contó con María en este asunto; el ángel se le apareció a José.
Cuando José llevaba a María y al niño a la tierra de Israel, él temía que el niño aún pudiera ser perseguido en el distrito de Judea. Mientras pensaba en esto, él fue guiado por el Señor para dejar Judea e irse a Galilea y establecerse en la ciudad de Nazaret. Esto también cumplió la profecía del Antiguo Testamento. Toda la profecía relacionada con que Cristo naciera en Belén, que bajara a Egipto y que fuera llamado a salir de Egipto, se le llamara nazareno, dependía de la coordinación con José. Ciertamente, concebir a Cristo y producirle fue la función que ejerció María. No obstante, para cumplir la profecía del Señor, lo cual es cumplir el propósito del Señor, se requirió coordinación por parte de José.
(Servicio neotestamentario, El, capítulo 3, por Witness Lee)