Estudio-vida de Marcos, por Witness Lee

EL BAUTISMO DE ARREPENTIMIENTO

Juan el Bautista, quien representaba el fin de la vieja dispensación con su vieja cultura y religión, predicó un bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados. Arrepentirse es tener un cambio en la manera de pensar es volver la mente al Salvador-Esclavo. El bautismo es la sepultura de las personas arrepentidas; en el bautismo son terminadas para que el Salvador-Esclavo las haga germinar por medio de la regeneración (Jn. 3:3, 5-6). La palabra griega que se traduce para en 1:4 quiere decir resultando en. El objeto y el resultado del arrepentimiento con el bautismo es el perdón de pecados, lo cual quita el obstáculo producido por la caída del hombre y reconcilia a éste con Dios.

Juan el Bautista, en su predicación, dio énfasis al arrepentimiento. Arrepentirse es experimentar un cambio en el modo de pensar acerca de la cultura, la religión, el conocimiento, la educación y la vida social, lo cual nos distrae de Dios, y volverse a El. Ya que se le puso fin a la vieja dispensación, debemos arrepentirnos y volver nuestra mente a Dios.

Según el Evangelio de Marcos, Juan el Bautista no enseñaba a los que se arrepentían lo que debían hacer; simplemente los sepultaba y así les ponía fin. En el desierto, Juan predicaba el arrepentimiento y ponía fin a todos los que se arrepentían. Esto forma parte del comienzo del evangelio de Jesucristo, el Hijo de Dios.

(Estudio-vida de Marcos, capítulo 4, por Witness Lee)