LA META Y EL RESULTADO DEL EVANGELIO
Cuando se predica el evangelio, a menudo se pasa por alto el reino de Dios. Por lo general, la impresión que se da en las predicaciones es que el objetivo único del evangelio es ganar almas, trasladar personas del infierno al cielo y ayudarles a tener paz, gozo y bendiciones eternas. Pero en el Nuevo Testamento nos da una impresión diferente acerca del evangelio. Cuando el Señor Jesús predicaba el evangelio, hablaba del reino de Dios, y le decía a la gente que se arrepintiera por causa del mismo.
Un día, mientras el Señor adiestraba a Sus discípulos, les llevó a Cesarea de Filipo, la cual está al norte de la Tierra Santa, cerca de la frontera, al pie del monte Hermón. Entonces el Señor comenzó a preguntarles en cuanto a Sí mismo: “¿Quién dicen los hombre que es el Hijo del Hombre? ... Y vosotros, ¿quién decís que soy Yo?” (Mt. 16:13, 15). Pedro respondió: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente” (v. 16). Pedro reconoció que el Señor era el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Esto quiere decir que el Hijo del Dios viviente fue designado el Ungido de Dios, el Cristo. Después de que Pedro recibió esta revelación, el Señor añadió: “Sobre esta roca edificaré Mi iglesia ... Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos” (vs. 18-19). En estos versículos las palabras iglesia y reino se usan de manera intercambiable. Primero, el Señor dijo: “Edificaré Mi iglesia”, y después: “Te daré las llaves del reino de los cielos...”. Esto indica que el reino debe ser abierto para que se edifique la iglesia. En otras palabras, abrir el reino es la manera de comenzar a edificar la iglesia.
Debemos ver un punto crucial, es decir, que el reino es la esencia intrínseca del evangelio. El evangelio se predica para que se establezca el reino, el cual es una esfera divina donde Dios lleva a cabo Su plan, un ámbito donde ejerce Su autoridad para lograr Su intención. Dios logra Su meta únicamente mediante el reino. Así que, el Evangelio de Marcos tiene una sección que revela el propósito del evangelio. El propósito del evangelio es obtener el reino. El reino de Dios constituye la meta del evangelio.
Además de ser la meta del evangelio, el reino también es su resultado. Al predicarse el evangelio, ¿cuál será el producto, es decir, su resultado? El producto, el resultado, es el reino. El objetivo de la predicación del evangelio es producir el reino.
El Señor habla de la iglesia únicamente en el Evangelio de Mateo. No la menciona ninguna vez en Marcos, en Lucas ni en Juan. No obstante, debemos comprender que para El, la iglesia y el reino son una sola cosa. La iglesia es el reino y el reino es la iglesia.
(Estudio-vida de Marcos, capítulo 13, por Witness Lee)