LA PROCLAMACION DEL EVANGELIO
Se lleva a cabo en una región despreciada
Marcos 1:14 dice: “Después que Juan fue entregado, Jesús vino a Galilea proclamando el evangelio de Dios”. El encarcelamiento de Juan era señal de que el evangelio había sido rechazado, especialmente en la región ilustre. Así que, el Salvador-Esclavo abandonó esa región y volvió a la región menospreciada para llevar a cabo Su servicio evangélico.
A pesar de que Juan el Bautista ministraba en el desierto, y no en el templo santo, ubicado en la ciudad santa, su ministerio se desarrollaba en Judea, no muy lejos de las cosas santas. Puesto que el pueblo había rechazado a Juan, el Señor Jesús se retiró a Galilea para comenzar Su servicio evangélico, muy lejos del templo santo y de la cuidad santa. Esto ocurrió bajo la soberanía de Dios para que se cumpliera la profecía de Isaías 9:1-2. Galilea era un lugar que tenía una población mixta de judíos y gentiles. Por esta razón se le llamaba “Galilea de los gentiles”, y era menospreciada por los judíos ortodoxos (Jn. 7:41, 52).
El servicio evangélico se inició en Judea, la región ilustre, con el ministerio de quien fue precursor del Salvador-Esclavo (1:1-11); pero continuó en Galilea, la región despreciada, con el ministerio del Salvador-Esclavo por un período de unos tres años (1:14—9:50). En contraste con el relato del Evangelio de Juan (Jn. 1:29-42; 2:13—3:36; 5:1-47; 7:10—11:57), Marcos no incluyó nada de lo que el Salvador-Esclavo realizó en Jerusalén ni en Judea durante ese tiempo. Sólo escribió acerca de la última vez que el Señor salió de Galilea para ir a Jerusalén (Mr. 10:1) a realizar Su obra redentora. Entonces el servicio evangélico continuó con el ministerio que el Señor llevó a cabo camino a Jerusalén, en Jerusalén y en sus alrededores (10:1—14:42), y concluyó con Su muerte redentora, Su resurrección que imparte vida y Su ascensión por la cual fue exaltado. Luego, los discípulos continuaron el servicio evangélico predicando el evangelio a toda la creación. Sin embargo, el apóstol Juan escribió en su evangelio acerca de eventos que ocurrieron en Jerusalén y en Judea antes de los tiempos de Marcos 10, los cuales no se mencionan en el Evangelio de Marcos (véase Jn. 1:29-42; 2:13—3:36; 5:1-47; 7:10—11:57).
Según Marcos 1:14, Jesús vino a Galilea proclamando el evangelio de Dios. La proclamación del Salvador-Esclavo tenía como fin anunciar las buenas nuevas de Dios a las personas miserables que estaban cautivas. El propósito de Su enseñanza (vs. 21-22) era iluminar con la luz divina de la verdad a los ignorantes que estaban en tinieblas. Su proclamación supone una enseñanza, y Su enseñanza implica una proclamación (Mt. 4:23). Esto fue lo primero que hizo en Su ministerio, y también era la estructura total de Su servicio evangélico (Mr. 1:38-39; 3:14; 6:12; 14:9; 16:15, 20).
(
Estudio-vida de Marcos, capítulo 5, por Witness Lee)