Impartición divina de la Trinidad Divina, La, por Witness Lee

EL RESULTADO DE LA IMPARTICIÓN DIVINA

El resultado de la triple impartición del Dios Triuno se obtiene mediante nuestro espíritu de revelación (v. 17) y mediante la supereminente grandeza de Su poder para con nosotros (v. 19). Este gran poder es según la operación del poder de Su fuerza, que hizo operar en Cristo al levantarlo de los muertos (v. 20), esto es, en la resurrección; al sentarlo a Su diestra en los lugares celestiales por encima de todo (vs. 20b-21), esto es, en Su ascensión; al someter todas las cosas bajo Sus pies (v. 22a), esto es, al ponerlo a Él por encima de todo; y al darlo por Cabeza sobre todas las cosas a la iglesia (v. 22b). Éste es el poder que nos ha sido aplicado, y la aplicación de este poder es la impartición de vida. Es mediante la impartición de vida del Dios Triuno que este poder, un poder que es grande y supereminente, ha sido aplicado a todos nosotros.

El resultado, el fruto, de esta impartición es la iglesia, el Cuerpo de Cristo. ¿Cómo pueden los pecadores llegar a ser el Cuerpo de Cristo? Esto sólo es posible mediante la divina impartición de vida. Cuando el Dios Triuno se imparte en nosotros, esta impartición de vida satura todo nuestro ser y hace que seamos regenerados, transformados e incluso miembros transparentes de Cristo. Así, pues, nosotros ahora somos el Cuerpo de Cristo, el cual es un organismo, no una organización. Podríamos decir que una silla es una organización de muchas piezas de madera. En contraste, un hombre es un organismo porque es orgánico. Cuando el Dios Triuno se imparte en nuestro ser, esta impartición de vida nos hace orgánicos. Todos nosotros en conjunto somos un organismo, y este organismo es el Cuerpo de Cristo. El Cuerpo de Cristo no es una organización social, sino algo orgánico, una entidad saturada por la impartición de vida del Dios Triuno. Las así llamadas iglesias son en su mayor parte organizaciones y no un organismo. La iglesia debe ser un organismo que es completamente orgánico. La iglesia debe estar llena de la impartición de vida, ella debe ser saturada del Dios Triuno en cada parte. Éste es el Cuerpo de Cristo.

El Cuerpo de Cristo es la plenitud del Cristo universal. La plenitud de una persona es su cuerpo. Si una persona únicamente tuviera una cabeza sin un cuerpo, no tendría plenitud. Pero con el cuerpo, tiene plenitud. El Cuerpo de Cristo, que es la iglesia, es la plenitud de este gran Cristo universal que todo lo llena en todo (v. 23). ¿Cómo puede ser esto? Solamente mediante la impartición divina de la Trinidad Divina. Así pues, Efesios 1 revela a la iglesia como el Cuerpo de Cristo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.

El Cuerpo llega a existir, no mediante la organización, sino únicamente mediante la impartición de la vida divina. Llega a existir únicamente al impartirse el Dios Triuno —el Padre, el Hijo y el Espíritu— como vida y suministro de vida a todos Sus creyentes, saturándolos de modo que lleguen a ser el Cuerpo de Cristo.

(Impartición divina de la Trinidad Divina, La, capítulo 15, por Witness Lee)