Impartición divina de la Trinidad Divina, La, por Witness Lee

OTRO PARÁCLITO

El Espíritu es otro Paráclito (Jn. 14:16). La palabra paráclito es la transliteración de la palabra griega parákletos. Ésta es una palabra con muchas implicaciones. Denota a alguien que le sirve a usted, alguien que es llamado para estar a su lado, asistiéndolo en todo. También denota a alguien que se ocupa de su caso como un abogado, o alguien que intercede por usted como un mediador o intercesor. También denota cierta clase de mecenas o patrocinador. Además, denota consuelo y alivio, que es la razón por la cual se ha traducido en algunas versiones como “consolador”.

El Espíritu, el Tercero de la Trinidad, es la consumación total del Dios Triuno. Él no es simplemente una tercera parte de la Deidad, sino la totalidad de la Deidad. Esta persona es nuestro ayudador, nuestro mecenas, nuestro consejero, nuestro consolador quien se ocupa de las necesidades que tenemos en nuestra vida diaria. La misma palabra se usa con respecto al Señor Jesús en 1 Juan 2:1 donde se traduce “abogado”. No se trata de dos personas, sino de la misma persona. Como nuestro abogado Él está ante el Padre, y como nuestro paráclito, está en nosotros. Tenemos a una persona tan extensiva en nosotros que se ocupa de todas nuestras necesidades. Si usted necesita un ayudante, Él es ese ayudante; si necesita un abogado, Él es ese abogado; y si necesita a alguien que ore por usted, Él es ese intercesor. Éste es el Paráclito. La primera parte de la palabra, para, es un prefijo que significa al lado de o junto a. Alguien está a su lado o junto a usted todo el tiempo. Él es como una enfermera que cuida de un enfermo. Él es como un abogado que se ocupa de su caso ante los tribunales celestiales. Él lo es todo para usted.

(Impartición divina de la Trinidad Divina, La, capítulo 13, por Witness Lee)