Estudio más profundo en cuanto a la impartición divina, Un, por Witness Lee

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LA VIDA ES UNA LEY

Romanos 8:2 habla de la ley del Espíritu de vida. Esta vida no es la vida humana; tampoco es la vida animal ni la vida vegetal. Ésta es la vida de Dios, la cual sobresale en todo. En el universo la forma de vida más elemental es la vida vegetal. Por encima de ésta está la vida animal. Luego tenemos una vida superior, la vida humana, la cual es la forma de vida creada más elevada. Pero por encima de esta forma de vida creada tan elevada, tenemos la vida increada de Dios. Esta vida es la que corresponde al Espíritu de vida, y este Espíritu es una ley, que es la ley del Espíritu de vida.

Después que la Biblia fue escrita, fue traducida a los diferentes idiomas de la tierra, y ahora todos podemos leerla. Yo he estudiado la Biblia desde mi juventud y lo he hecho por casi setenta años. En los primeros cuarenta años de estudio, no entendía nada de la ley del Espíritu de vida. Por mucho que leía sobre esto, no lograba entenderlo. Creo que muchos son como yo. Lo único que podía decir era que en la Biblia existía tal cosa, pero no en mi mente. Más aún, nuestra mente creada ni siquiera tiene la capacidad de entender este asunto. Aunque hemos leído la Biblia, y hemos conocido la frase “la ley del Espíritu de vida”, no llegamos a saber qué era esta ley del Espíritu de vida. Sin embargo, no podemos decir que esto no existe simplemente porque no lo entendemos. Tomemos nuestro cuerpo como ejemplo. Nuestro cuerpo es también un gran misterio para nosotros. Una vez estuve hospedado en la casa de un santo en Pekín. En aquel tiempo él era el jefe del departamento de enfermería del hospital de Pekín, el hospital más famoso de aquel tiempo. Él me invitó a cenar, y todos los que estaban sentados a la mesa eran doctores de mucha experiencia. Durante la conversación, uno de los doctores dijo: “No podemos negar que, desde el punto de vista estructural, el cuerpo humano es demasiado misterioso. Es tan misterioso que ni siquiera podemos explicarlo. Tal parece que debe existir un Señor soberano en el universo”.

La ciencia es sólo el descubrimiento de axiomas y leyes de los fenómenos del universo a través de métodos científicos. Al observar el hecho de que una manzana siempre cae al suelo y nunca sube, Newton descubrió la ley de la gravedad. Yo no puedo creer que en la época de Pablo, la ciencia griega estuviera tan desarrollada que el hombre ya supiera qué era una ley. Pero Pablo descubrió una ley que existía de forma espontánea y natural, la cual él llamó la ley del Espíritu de vida. Cada vez que usted dice: “Señor Jesús, creo en Ti; te amo; te recibo”, quizás no note nada, pero algo ocurre dentro de usted. Algo es añadido a usted. Esto es Jesús, es Cristo, es el Espíritu Santo y también es Dios. Pablo dijo que es una vida y una ley. Esta ley ha estado allí escrita en la Biblia por mucho tiempo, y los cristianos que buscan del Señor han leído acerca de ella muchas veces, pero es muy raro escuchar que alguien hable de ella. Debido a que la luz de la verdad del Señor entre nosotros ha venido resplandeciendo cada vez más, vemos este asunto cada vez más claro. Unos quince años atrás, yo empecé a hablarles a las personas acerca de la ley del Espíritu de vida.

(Estudio más profundo en cuanto a la impartición divina, Un, capítulo 6, por Witness Lee)