Vida que vence, La, por Watchman Nee

Más extractos de este título...

PARA VENCER TENEMOS QUE CREER

Leamos Gálatas 2:20 y Hebreos 11:1. En los días anteriores, vimos que la vida vencedora es sencillamente Cristo mismo. La vida vencedora no consiste en una mejora ni en un progreso que logremos nosotros, ni se trata de un esfuerzo por llegar a ser como Cristo. La victoria es Cristo, quien vive en nosotros. En otras palabras, es Cristo, quien vence en nuestro lugar. El murió por nosotros en la cruz a fin de salvarnos. Hoy El vive en nosotros a fin de vencer por nosotros. Ya vimos las condiciones para vencer. La primera condición es rendirse y la segunda es creer. Creemos que el Hijo de Dios vive en nosotros y que vive Su victoria desde nuestro interior. Vimos lo que significa rendirnos; veamos ahora lo que significa creer. Temo que muchos ya se hayan rendido, pero aún no son victoriosos porque todavía no han creído. Así que debemos recordar que no podemos vencer si no creemos, aunque ya nos hayamos rendido. Rendirnos se relaciona con el aspecto negativo; pero aún necesitamos creer, que es el aspecto positivo. Si por un lado nos rendimos, y por otro creemos, venceremos.

Hubo una vez un hermano de Chefoo que fue a Shanghai. Empezó a decir que a pesar de haberse rendido, aún no había vencido. Seguía sintiéndose tan mal como antes. Hasta se había enojado en el trabajo. Yo le dije que rendirse no equivalía a vencer; porque rendirse sólo se relaciona con el aspecto negativo. Creer es igual de importante. El recibió esta palabra, y finalmente logró vencer. En la reunión anterior, él alabó a Dios y proclamó que por primera vez no tenía nada de que jactarse y que todo provenía de Dios.

Hermanos y hermanas, recuerden que la condición para obtener la victoria no es meramente rendirnos. Uno no vence meramente rindiéndose. Después de rendirnos tenemos que creer de manera específica. Una vez que nos rindamos y creamos, venceremos.

¿Cuál fue la experiencia de Pablo? ¿Cómo logró vencer? Primeramente se rindió. El dijo: “Con Cristo estoy juntamente crucificado”. El ya había experimentado lo que era: “Ya no vivo yo”; pero añadió: “Y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por fe, la fe del Hijo de Dios”. Esto significa que Pablo creía que Cristo vivía en él, y que lo amaba y se había entregado por él.

Aunque muchos ya se han rendido, todavía no han vencido porque no han creído. Si no creen, no habrá resultados. Examinemos el significado de la fe, mas no detalladamente. Sólo discutiré este asunto brevemente. Daré especial énfasis a la relación estrecha que existe entre la fe y la victoria.

(Vida que vence, La, capítulo 7, por Watchman Nee)