YA NO VIVO YO, MAS CRISTO
Gálatas 2:20 es un versículo que conocemos bien. En esta ocasión hablaremos más de esto. En el último mensaje hablamos de lo que es la vida vencedora. Sabemos que la vida vencedora es Cristo y también que la vida vencedora consiste en que Cristo vive en nosotros. La pregunta es ¿cómo podemos entrar en la experiencia de esta vida? Cristo desea ser nuestra vida y puede hacernos victoriosos; pero, ¿cómo puede El ser nuestra vida? ¿Cómo puede Cristo expresar Su vida en nosotros? Hemos oído el evangelio y sabemos que Jesús es el Salvador; pero, ¿cómo lo podemos tomar como nuestro Salvador? Conocemos la salvación efectuada en la cruz; pero, ¿cómo podemos unirnos a esta salvación? La pregunta que estudiaremos en este mensaje es ¿cómo podemos unirnos a Cristo y qué debemos hacer para que El llegue a ser nuestra vida y viva en nosotros? Esta tarde estudiaremos Gálatas 2:20.
No vamos a examinar ni el comienzo ni el final de este versículo. Comenzaremos en medio del versículo. Allí encontramos una expresión maravillosa: “Y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí”. Podemos decir: “Ya no vivo yo, mas Cristo”. ¿Qué significa “ya no vivo yo, mas Cristo”? Estas seis palabras significan victoria. Se refieren a la vida vencedora de la que hemos estado hablando. La vida vencedora es sencillamente (1) “ya no vivo yo” y (2) “mas Cristo”. Esta es la vida vencedora. En tanto que se cumplan “ya no viva yo” y “mas Cristo”, hay victoria. Si a “ya no vivo yo” añadimos “mas Cristo” tenemos la victoria, y todos los problemas quedan resueltos.
En el mensaje anterior vimos que el significado de la vida que vence es que ya no vivo yo, mas Cristo. Pero todavía quedan algunas preguntas. ¿Cómo puede un cristiano dejar de ser él para ser Cristo? ¿Cómo puede uno obtener esta vida? ¿Qué camino debe uno tomar antes de llegar a no ser uno sino Cristo? Esta es la razón por la que tenemos que estudiar Gálatas 2:20 detenidamente. Según Gálatas 2:20, “ya no vivo yo, mas Cristo” se halla en el medio. Antes de este pasaje, tenemos una oración gramatical y después tenemos otra. Tenemos que ver cuál fue el punto de partida de Pablo en el que comenzó a experimentar esto de “ya no vivo yo, mas Cristo”. Si podemos descubrirlo, podremos tomar el mismo camino y también experimentaremos “ya no vivo yo, mas Cristo”. Por lo tanto, tenemos que atravesar por lo que Pablo atravesó y seguir el mismo camino que él tomó. Su camino también debe ser el nuestro.
(Vida que vence, La, capítulo 4, por Watchman Nee)