COMER Y REGOCIJARSE
Queridos santos, eso es lo que significa la reunión. Reunirnos equivale a ofrecer sacrificios y a comer lo que ofrecemos a Dios; significa regocijarnos en lo que comemos. ¿Nos hemos dado cuenta de que los creyentes debemos reunirnos para alimentar a Dios? Algunos somos los camareros y otros los cocineros. Cocinamos y servimos alimento a Dios. Cuando le servimos a El, comemos con El y delante de El, y comemos entre nosotros. Entonces nos regocijamos (Dt. 12:7).
No es muy fácil describir lo relacionado con las reuniones; por eso, Dios dejó una fotografía, la cual consta en Deuteronomio y Levítico. No se imagine que estos libros sólo contienen las enseñanzas ni que se aplican solamente al antiguo Israel. En el Nuevo Testamento se dan, por lo menos en el libro de Hebreos, muchas interpretaciones de los libros del Antiguo Testamento. El autor de dicho libro indica claramente que él no tenía suficiente tiempo para darnos la interpretación completa del Pentateuco (He. 5:11; 11:32), lo cual deja ver que el Pentateuco contiene muchas cosas que los autores del Nuevo Testamento no explicaron. Sin embargo, el hecho de que los autores del Nuevo Testamento no las hayan mencionado no quiere decir que no tengan importancia para nosotros. Eso no sería lógico. Obviamente, son significativas para nosotros.
(Experimentamos a Cristo como las ofrendas para presentarlo en las reuniones de la iglesia, capítulo 4, por Witness Lee)