Pláticas para los ancianos sobre asuntos prácticos, por Witness Lee

DESVIARNOS DE LA META

Ahora hablaré acerca de nosotros. Por lo que he visto al salir a observar la situación y por lo que he escuchado en comunión con otros, me pregunto si tal vez lo mejor que tenemos es simplemente algo semejante a la Asamblea de los Hermanos. Probablemente si comparáramos a algunas de las iglesias locales con una asamblea apropiada de los Hermanos, las iglesias serían inferiores. Somos muy descuidados. Nosotros actuamos con mucha ligereza bajo el manto de la libertad y decimos: “El hermano Lee nos dijo que estamos en contra de la religión. No debemos permitir que la religión nos ate”. Es maravilloso no ser religiosos; pero en el sentido positivo, ¿qué queremos ser? Hermanos, creo que ustedes me entienden cuando digo que en el mejor de los casos somos como las Asambleas de los Hermanos. Sobra decir que algunas iglesias incluso son inferiores. Esto me preocupa profundamente. Esto pone una pesada carga sobre mí.

El Señor me preguntó y yo mismo también me hice esta pregunta: ¿qué estás haciendo aquí? ¿Simplemente estás aquí para asegurarte de que algunas iglesias sean establecidas? ¿Qué clase de iglesias? Sin tener en cuenta el común de los que asisten a las reuniones de la iglesia, ¿al menos los hermanos que asumen el liderazgo tienen una clara visión para dirigirlos y protegerlos, de modo que sean guardados de distracciones?

La semana pasada estuve orando por un buen tiempo acerca de todos los puntos de los mensajes que he dado en los pasados veinte años. Oré acerca de ellos a fin de cerciorarme. Cuanto más oraba, más confirmación obtuve. Puedo decirles que tengo la completa certeza de que aquello que les he compartido es lo que está en el corazón del Señor. Pese a cuán fuerte sea la oposición que he recibido, creo que el Señor me ha dicho que esto es lo que Él desea y que yo debo decirles a los santos y a los hermanos que si no tienen esto, no están en el recobro.

El centro de Dios en Su economía ha sido revelado y ha estado allí escrito en las Escrituras por casi dos mil años. En todos estos siglos se han publicado muchos libros que dan a conocer este misterio. Sin embargo, son muy pocos, incluso entre los que aman al Señor y le buscan, los que realmente han visto esto y han llevado una vida en función de esto. Es difícil encontrar cristianos cuyas vidas giren en torno a este enfoque.

(Pláticas para los ancianos sobre asuntos prácticos, capítulo 1, por Witness Lee)