UNA ATMÓSFERA SUBYUGADORA
Creo que de entre ustedes los que estuvieron en esos años en Elden Hall estarán todos de acuerdo conmigo que el recobro en ese entonces era muy puro. Tenía una sola dirección, una sola tendencia y una sola meta. Con esto no quiero decir que todos los que se reunían con nosotros habían visto el enfoque, pero ciertamente esto podía percibirse. Un buen número de santos vio, y otros no vieron, pero no había mixtura. Esto hizo que la atmósfera fuera convincente y que incluso subyugara a las personas. Cualquiera que viniera con otra meta tenía que dejarla o dejar de asistir. Aunque fueron muy pocos los que se marcharon, hubo algunos que sí lo hicieron, porque tenían su propia meta. A ellos les hubiera gustado usar nuestro terreno para llevar a cabo su propia obra; cuando se dieron cuenta de que no podrían hacer esto, se marcharon. Sin embargo, muchos de los que vinieron fueron subyugados, convencidos y purificados. Hoy en día las iglesias parecen haber perdido ese poder convincente y subyugador, en lo que se refiere al liderazgo.
(Pláticas para los ancianos sobre asuntos prácticos, capítulo 1, por Witness Lee)