Pláticas para los ancianos sobre asuntos prácticos, por Witness Lee

LA UNIDAD

Debemos pregonar a los cuatro vientos que el Cuerpo de Cristo es uno solo y que en cualquier localidad la expresión del Cuerpo como la iglesia también debe ser una sola. No hay ninguna excusa para que los cristianos se dividan.

Hermanos, nosotros mismos debemos aprender a predicar esto, y luego debemos entrenar a los santos en el recobro para que hagan lo mismo. Debemos hacer notar que los cristianos no deben dividirse. Cualquier división —sea grande o pequeña, vieja o nueva— es equívoca. El catolicismo, las denominaciones y los grupos libres, todos ellos, son divisiones. Debemos condenar la división. No obstante, no será sabio decir, sin la debida explicación a las personas, que únicamente nosotros los que estamos en el terreno de la iglesia local somos las iglesias y que todos los que no están en este terreno no son iglesias. Debemos evitar cualquier tipo de conversación que provoque discusiones y haga que el cielo se nuble. Debemos aprender a presentar la verdad de una manera clara y contundente, y no dar ninguna oportunidad para que los demás discutan o rechacen lo que decimos.

Al presentar la verdad, nuestro entendimiento, nuestra expresión y nuestras palabras deben ser contundentes. Debemos tener largas conversaciones con los de afuera acerca de la unidad de la iglesia. De Mateo 16:18 en adelante hasta el libro de Apocalipsis podemos mostrar que la iglesia debe ser una sola. Basándonos en esta unidad podemos cuestionar sus divisiones. ¿Pueden ellos justificar la división? ¿Por qué se estaban reuniendo ellos con otros hasta hace poco, y ahora ha habido una división? ¿Por qué no se quedaron ellos en ese grupo? La iglesia en Houston incluso podría escribir un tratado que hable sobre esto y luego dárselo a los santos para que lo distribuyan. Incluso podría distribuirlo por correo. ¿De qué sirve que vanamente nos quejemos de las divisiones? Ustedes, hermanos, especialmente los de Houston, deben hacer algo al respecto. Los santos de habla china que están en la iglesia deben hacer algo. Oren juntos y redacten un tratado. Incluso podrían mandar a imprimir algunos carteles y ponerlos en lugares donde sea permitido.

(Pláticas para los ancianos sobre asuntos prácticos, capítulo 8, por Witness Lee)