DIOS RECOBRA LA TIERRA
Observe que la palabra tierra es una palabra clave en casi todos estos seis salmos. Salmos 2:8 dice: “Pídeme, / y te daré [...] / por posesión Tuya los confines de la tierra”. Las naciones serán una herencia dada a Cristo, y la tierra, incluyendo las partes más remotas, serán posesión de Cristo. Luego en el salmo 8 encontramos esta exclamación: “Oh Jehová, Señor nuestro, / ¡cuán excelente es Tu nombre / en toda la tierra!” (v. 1). No creo que ninguno de nosotros podría olvidar la palabra tierra que aparece en el salmo 8. La gente hoy en día se muestra muy interesada en las cosas relacionadas con el cielo, pero Dios está más interesado en la tierra. Cuán excelente es Su nombre en toda la tierra. Salmos 16:3 nos habla de los que son excelentes en la tierra. También encontramos las palabras suerte y herencia en este salmo. El Señor Jesús dijo: “Tú sustentas lo que me tocó en suerte. / Las cuerdas de medir me han caído en lugares placenteros; / ciertamente para mí la herencia es bella” (vs. 5-6). ¡La suerte y herencia del Señor Jesús es la tierra! Luego en el salmo 22 encontramos más menciones de la tierra: “Todos los confines de la tierra / se acordarán y volverán a Jehová” (v. 27). La tierra no se menciona en el salmo 23, pero se presenta claramente en el salmo 24: “De Jehová es la tierra y su plenitud; / la tierra habitable y los que en ella habitan” (v. 1).
La intención de Dios es recobrar la tierra para Su Cristo. La tierra es de Jehová. En el salmo 8 mientras el salmista contemplaba los cielos, dijo: “Cuando veo Tus cielos, obra de Tus dedos, / la luna y las estrellas, que has establecido...” (v. 3). Sin embargo, su alabanza fue: “Oh Jehová, Señor nuestro, / ¡cuán excelente es Tu nombre / en toda la tierra!” (v. 9). Él contempló los cielos, pero su alabanza estaba relacionada con la tierra.
El Señor recobrará la tierra, la cual ahora se encuentra usurpada por el enemigo. La clave de ello se halla en el salmo 24. La tierra es del Señor; por lo tanto, Él tiene el derecho, el título de propiedad, sobre la tierra. Él ejercerá este derecho por medio del “monte”. Así que el monte es la clave, el peldaño, que le permitirá al Señor recobrar la tierra. Sobre este monte está la casa, y la casa es edificada con los hermanos. Los hermanos fueron producidos por la resurrección de Cristo, y la resurrección vino como resultado de Su crucifixión. Antes de Su crucifixión, tenemos la maravillosa vida que el Señor llevó en la tierra, una vida que fue resultado de Su encarnación. Por lo tanto, vemos todos estos pasos tan importantes que conducen al paso en el que Dios recobra la tierra: Su encarnación en el salmo 8, Su vivir humano en el salmo 16, Su crucifixión y resurrección en el salmo 22 (Su resurrección también se menciona o se alude a ella en los salmos 2, 8 y 16), Sus hermanos en el salmo 22, Su casa en el salmo 23 y finalmente el monte sobre la tierra en el salmo 24. No se olviden de estas palabras clave halladas en estos seis salmos acerca de Cristo. Si no tuviéramos el libro de Salmos, sino únicamente el Nuevo Testamento, ¿cómo podríamos conocer a Cristo de esta manera? Para ello, además del libro de Salmos, necesitamos recibir la visión celestial mientras leemos este libro, pues, de lo contrario, únicamente recibiremos cierta inspiración. Debemos ver en todos estos salmos las piedras preciosas, las gemas, los puntos cruciales. No es suficiente que sólo recibamos un buen sentimiento y una inspiración vaga.
(Cristo y la iglesia revelados y tipificados en los Salmos, capítulo 6, por Witness Lee)