SALMOS 87: EL CORAZÓN DE DIOS
ESTÁ PUESTO EN SION
Ahora hemos llegado al final del Libro Tres, los salmos del 85 al 89. En el salmo 85 los santos le piden a Dios que los restaure, y en el salmo 86 le piden que los salve; no obstante, en el salmo 87 vemos que el corazón de Dios está puesto en Sion, Su ciudad, con Cristo en ella. Sion aquí no se refiere simplemente a la casa, sino a la casa con la ciudad. A Dios no le interesa la restauración como nos interesa a nosotros; tampoco Dios desea la salvación tal como nosotros. Su deseo, Su corazón, está puesto en Sion, en el cual está Cristo. Sin duda alguna es muy significativo que los salmos 85 y 86 precedan al salmo 87. En el salmo 85 el salmista dice: “Restáuranos, oh Dios” (v. 4), lo cual muestra que el salmo 85 es una oración por restauración. Luego en el salmo 86 el salmista dice: “Salva a Tu siervo que confía en Ti, oh Tú, quien eres mi Dios” (v. 2), lo cual indica que el salmo 86 es una oración por salvación. Éstas son cosas que desean los santos, pero lo que Dios desea no tiene nada que ver con estas cosas; Su deseo se centra en Sion junto con Su Cristo.
Hoy en día nosotros nos comportamos igual que los salmistas, pues continuamente deseamos ser restaurados y ser salvos. No obstante, Dios nos diría: “No seáis así. Lo que Yo deseo es Sion; lo que deseo es la iglesia. Si me permitís obtener Mi iglesia, no tendréis ningún problema respecto a vuestra restauración; si me permitís obtener Mi iglesia, no habrá nada que os impida ser librados y salvos”. La iglesia es la verdadera restauración, la verdadera salvación, la verdadera liberación.
En el salmo 87 vemos que Sion ocupa un lugar central en el corazón de Dios. Examinemos más detenidamente este salmo. Los primeros tres versículos son fáciles de entender, pero los siguientes tres versículos son más difíciles. En este salmo hay siete versículos y dos Selahs, uno al final de los primeros tres versículos y el otro al final de los siguientes tres versículos. “Su cimiento está en los montes santos. / Jehová ama las puertas de Sion / más que todas las moradas de Jacob. / Cosas gloriosas se dicen de ti, / oh ciudad de Dios. Selah” (vs. 1-3). Cristo es el único fundamento que Dios ha puesto. Nadie puede poner otro fundamento. Este Cristo, este fundamento de Dios, está en los montes santos, las iglesias locales. Es allí que no tenemos otro fundamento aparte de Cristo. Esto es muy claro. “Jehová ama las puertas de Sion / más que todas las moradas de Jacob”. A los ojos de Dios la iglesia es más amable que cualquier otra cosa. Las puertas son el lugar donde se entra y se sale: esto representa la comunicación, la comunión, entre el pueblo de Dios. El aspecto más precioso de la iglesia local es la comunión. Es muy bueno, muy agradable, que los hermanos siempre entren y salgan en comunión. ¡Qué bendición es tener hermanos que vienen de una iglesia a visitar otra iglesia, que entran y salen en dulce armonía y comunión! Esto es amable a los ojos de Dios. Él ama las puertas de Sion más que todo otro lugar. “Cosas gloriosas se dicen de ti, oh ciudad de Dios. Selah”. ¡Cuán gloriosa es la iglesia local!
(Cristo y la iglesia revelados y tipificados en los Salmos, capítulo 15, por Witness Lee)