DOS CONCEPTOS: EL CONCEPTO HUMANO Y EL DIVINO
Todos los salmos contienen las expresiones de los santos piadosos, las cuales se originaban en sus experiencias. Puesto que los escritores eran santos piadosos, ellos hicieron todo lo posible por expresar algo en alabanza a Dios según sus experiencias. Por supuesto, estas expresiones se basaban en el concepto que tenían de Dios. Ellos tuvieron ciertas experiencias, ciertos sentimientos y ciertas impresiones según lo cual expresaron algo, y dichas expresiones ciertamente se basaban en su propio concepto. No obstante, debido a que estaban tan cerca de Dios y estaban abiertos a Él, Dios obtuvo un camino libre para expresar algo en sus palabras. Sin embargo, las palabras de Dios no se basaban en los conceptos de ellos, sino en el concepto divino. Debemos entender que en el libro de Salmos hay dos clases de conceptos: el concepto de los santos y el concepto de Dios, el concepto humano y el divino, el concepto natural y el espiritual. Estos dos siempre se encuentran juntos en el libro de Salmos. No obstante, no debemos pensar que se complementan mutuamente, pues en realidad son incompatibles y contradictorios.
En la práctica el salmo 1 está diciendo: “Bienaventurado el varón que guarda la ley”. Ésta es la expresión de un santo según su concepto, y su concepto giraba en torno a la ley. Su deleite se hallaba en la ley. Sin embargo, mientras expresaba este sentimiento en el salmo 1, luego, en el salmo 2, Dios, Cristo y el Espíritu de Dios intervinieron, no para decir: “Bienaventurado es el varón que guarda la ley”, sino: “¡Bienaventurados todos los que se refugian en Él”. Mientras el salmista decía: “Bienaventurado el varón que guarda la ley”, el Señor intervino para declarar: “Bienaventurados todos los que se refugian en Él”. Como se puede ver, el salmista estaba expresando algo que era según su concepto, pero debido a que estaba tan cerca de Dios y abierto a Él, en medio de sus palabras Dios pudo intervenir y expresar algo que era según el concepto divino. Fue así como los salmistas escribieron el libro de Salmos. Los salmistas hablaban según su concepto; no obstante, cuando Dios inesperadamente expresó algo en las palabras de ellos, hubo un cambio de concepto. Éste es un principio extremadamente importante en nuestro entendimiento del libro de Salmos.
(Cristo y la iglesia revelados y tipificados en los Salmos, capítulo 1, por Witness Lee)