EL SEÑOR SE SANTIFICO
¿Qué significa que el Señor se santificara? Significa que se abstuvo de muchas cosas que le eran permitidas, por el bien de Sus discípulos. El pudo haber hecho y dicho muchas cosas, adoptado muchas actitudes, usado muchas clases de vestiduras y comido diferentes clases de alimentos. Sin embargo, por el bien de Sus discípulos, se abstuvo de todo ello. El Señor Jesús es el Hijo de Dios y no conoció el pecado. Cuando estuvo en la tierra, tuvo mucha más libertad que la que nosotros tenemos y pudo haber hecho muchas más cosas que nosotros. Hay muchas cosas que no podemos hacer porque somos la persona equivocada. Hay muchas palabras que no podemos proferir porque somos impuros, pero El no tenía tal problema ya que es santo. Nosotros somos impacientes; por lo tanto, necesitamos aprender a esperar. Pero El era paciente; por lo tanto, El no necesitaba aprender a esperar. Hay muchas restricciones que no se aplicaban a El, porque El no tenía pecado. De no ser por las personas impuras que rodeaban al Señor Jesús, El como hombre pudo haber tenido mucha más libertad. Aun cuando llegó a enojarse, Su ira era santa y libre de pecado. Con todo y eso, El dijo que se santificaba por causa de Sus discípulos, debido a lo cual estuvo dispuesto a aceptar muchas restricciones.
El Señor era santo no sólo delante de Dios sino ante Sí mismo. En Su carácter, no tenía pecado. Pero mientras El se movía entre los discípulos, necesitaba santificarse. Para poder ser santos, debemos abstenernos de muchas cosas, pero el Señor es santo por naturaleza. Por eso El podía hacer muchas cosas más que nosotros. Estaría mal que alguien dijese que es bueno, pero es perfectamente correcto que el Señor lo diga. El puede decir muchas cosas que nosotros no podemos, porque no hay vestigio de pecado en El. El tiene más libertad que nosotros. Aun así, se sujetó voluntariamente y se restringió. El no sólo es santo, sino que además desciende a nuestra santidad, la cual requiere que nos separemos de los demás y nos refrenemos de hacer muchas cosas.
Además de su propia santidad, el Señor tomó nuestra santidad sobre Si. Por eso se santificó. El Señor voluntariamente aceptó restringirse para nuestro beneficio. El hombre habla y juzga según su propio nivel pecaminoso. Si el Señor hubiera actuado y hablado de acuerdo a su propio nivel de santidad, el hombre lo hubiera criticado de acuerdo a sus propios pensamientos pecaminosos. Por eso, se sometió voluntariamente a tantas restricciones. Nosotros nos abstenemos de muchas cosas debido a nuestros pecados, pero el Señor lo hizo debido a Su santidad. Nosotros no hacemos ciertas cosas porque no debemos hacerlas, pero aunque El podía hacerlas, no las hizo. Se abstuvo de hacer muchas cosas que podía, a fin de mantener la autoridad de Dios. El se mantuvo apartado del mundo. Esta fue la razón por la cual el Señor se santificó a sí mismo.
(Autoridad y la sumisión, La, capítulo 19, por Watchman Nee)