Ejercicio y la práctica de la manera ordenada por Dios, El, por Witness Lee

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LA PALABRA, EL ESPIRITU, EL CANTO Y LA ORACION

Hay cuatro elementos que constituyen una reunión: la Palabra de Dios, el espíritu mezclado —es decir, nuestro espíritu mezclado con el Espíritu de Dios—, el canto y la oración. Estos elementos son como las cuatro patas de una mesa. Si le falta una, la mesa no se mantendrá de pie. La Palabra, el espíritu, nuestro canto y nuestra oración son las cuatro “patas” que sostienen una reunión. Sin estos cuatro elementos, una reunión no tendrá forma, tal como una mesa que está tirada en el piso sin tener nada que la sostenga. Sin embargo, cuanto más tenemos la Palabra viviente, cuanto más ejercitamos el espíritu, y cuanto más cantamos y oramos, más fortalecida y edificada será la reunión.

Cuando estamos en una reunión, muchos de nosotros hacemos las cosas para guardar las formas, sin estar genuinamente vivientes. Muchas veces nuestro canto e incluso nuestros gritos pueden ser simplemente formas religiosas. Sin embargo, cuanto más ejercitamos nuestro espíritu para hablar, cantar y orar de modo libre y liberado, tanto mejor y más viviente será la reunión. Pero si venimos y nos sentamos en nuestras sillas en silencio, esto será una reunión muerta. A veces una reunión cristiana es como un cementerio, muy silenciosa y decorosa, pero muerta. Esta clase de reunión es una vergüenza para el Señor.

Sentarnos en silencio mata la reunión y es un insulto al Dios a quien servimos. En 1 Corintios 12 Pablo indica que los ídolos mudos y silenciosos (v. 2) hacen que sus adoradores también sean mudos y silenciosos. Sin embargo, el Dios viviente hace que Sus adoradores hablen en el Espíritu de El (v. 3). Los adoradores de Dios no deben estar callados, sino que deben dar alguna voz por medio de proclamar al Señor Jesús en el Espíritu de Dios. Cada vez que entremos en una reunión, debemos decir algo. Cantar, orar, gritar “¡Aleluya!” o hablar la Palabra por medio de leer la Biblia o recitar un versículo, son modos apropiados de hablar en las reuniones. Cuanto más tengamos estos cuatro elementos —la Palabra, el espíritu, el canto y la oración— más ricas serán nuestras reuniones.

(Ejercicio y la práctica de la manera ordenada por Dios, El, capítulo 15, por Witness Lee)