Ejercicio y la práctica de la manera ordenada por Dios, El, por Witness Lee

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SER SOBRIOS Y ESTAR DESESPERADOS POR IR Y LLEVAR FRUTO

Si vemos que hemos sido comisionados por el Señor, tendremos un corazón para tener un contacto exitoso con los pecadores. Debemos ser sobrios, personas con empeño. Todos tenemos que trabajar en algo para poder sobrevivir. Las hermanas, como esposas y madres, tienen que ocuparse de sus familias. Pero si ellas ven que han sido comisionadas por el Señor, sus corazones no estarán completamente ocupados con sus familias. Aunque se ocupen de sus responsabilidades apropiadamente, su deseo profundo debe ser ir a visitar a la gente llevándole el evangelio, tener contacto con los pecadores para ganarlos.

El Señor está hambriento de pecadores. En Juan 4 El dijo a Sus discípulos: “Yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabéis” (v. 32). La comida del Señor es ganar a los pecadores. Cuando El ganó a esa mujer inmoral, ella fue Su comida. Aquello satisfizo Su hambre. Tenemos que entender que el Señor tiene hambre y espera ser satisfecho.

La carencia de predicación del evangelio hoy día en el cristianismo es una vergüenza. A los cristianos les gusta hablar de muchas cosas bíblicas pero no de llevar fruto. En Juan 15 el objetivo de permanecer no es meramente permanecer. Permanecer tiene como fin llevar fruto. El Señor Jesús dijo: “Todo pámpano que en mí no lleve fruto, lo quitará” (v. 2). Ser quitado es ser cortado de la vid. Muchos cristianos ya han sido cortados; no tienen el disfrute de las riquezas de Cristo. Tal vez algunos digan: “Yo no he traído ni una sola persona al Señor durante seis años, no obstante, disfruto mucho al Señor”. Tal aseveración se basa en sus sentimientos no en los hechos. El hecho es que ellos no han llevado fruto. El llevar fruto es la verdadera evidencia de que disfrutamos genuinamente al Señor. Su Palabra nos dice claramente que si no llevamos fruto, seremos cortados.

Tenemos que entender que hemos sido comisionados por nuestro Señor, y además tenemos que ser sobrios y estar desesperados por llevar fruto, y por mantener nuestro fruto. Esto depende de que el Señor en Juan 15:16 nos ha designado. Esta designación indica que El ha preparado un medio ambiente para que nuestras necesidades sean satisfechas a fin de que llevemos fruto que permanezca. El Señor ha preparado y ordenado todas nuestras circunstancias para que podamos cumplir aquello para lo que fuimos designados. El versículo 16 es como si una madre estuviera diciéndoles a sus hijos: “He cocinado para que ustedes coman”. Si ellos no comen, pierden la oportunidad. El Señor ha designado; El ha hecho todos los arreglos. Especialmente a quienes vivimos en los Estados Unidos, ¡qué designación tan buena hemos recibido! No hemos sido puestos para vivir solos en una montaña. Hay gente por todas partes. Más aún, El nos ha dado a muchos de nosotros trabajos de sólo ocho horas diarias y de sólo cinco días a la semana. Cada noche tenemos tres o cuatro horas y cada fin de semana tenemos dos días. Todo esto corresponde con lo que el Señor ha preparado y con Su designación. Además, el Señor nos ha dado muchos familiares. Hay un medio ambiente y unas circunstancias que son perfectos para que ganemos a las personas. Cuando estemos frente al Señor no tendremos excusa pues, por Su designación, El ha preparado el medio ambiente y todas las circunstancias necesarias para que llevemos fruto. El único problema es que nosotros no vamos. Tenemos que considerar esto con mucha seriedad. No es cuestión de meramente cumplir nuestra tarea; es un asunto de vida o muerte. Debemos ser sobrios, poner empeño, y estar desesperados por ir a traer a la gente al Señor.

(Ejercicio y la práctica de la manera ordenada por Dios, El, capítulo 5, por Witness Lee)