NO HACER TROPEZAR A LOS RECIEN NACIDOS
En cuanto a los ídolos
Hay algunas situaciones difíciles que tarde o temprano vamos a afrontar en la predicación del evangelio y el cuidado de los que recién han sido salvos. La primera de estas situaciones es el asunto de los ídolos. Un hombre puede haber sido salvo por medio de la predicación de ustedes. Cuando ustedes regresan a la casa de ese hombre tres días más tarde para tener una reunión de hogar con él, él puede repentinamente preguntarles: “¿Qué son ídolos?” Usted debe aprender a “jugar” con él, es decir, a responderle como lo haría a un niño. Ustedes deben aprender a tener este tipo de actitud y tono. Usted podría decir: “¿Qué es eso de ídolos? ¿Se refiere usted a alguna clase de imágenes?” Esto es “jugar” con este niño. Entonces él podría responder señalando ciertas cosas que él considera que podrían ser ídolos y podría decir: “¿No es acaso esta cosa un ídolo?” Entonces usted puede tomar el sentimiento que él expresó, y responder: “Sí, eso es un ídolo. ¿Qué otra cosa?”
No crea que el asunto de los ídolos es fácil de tratar. Este es un asunto muy difícil. Varios nuevos han tropezado por causa de ese asunto. Cuando usted los alimenta de muchas otras maneras, ellos lo aceptan, pero cuando usted aborda este asunto de los ídolos, ellos tal vez no acepten sus palabras. Esto se da especialmente entre los chinos en cuanto al culto a sus antepasados. Muchos no están dispuestos a abandonar esta práctica, de modo que es difícil saber cómo responderles. Por supuesto, no podemos decir que está bien que lo hagan, pero si lo condenamos de la manera equivocada, perderemos su confianza. Por consiguiente, usted debe recordar que éste es sólo un niño. El sabe muchas cosas, pero no sabe nada en cuanto al Señor. Usted debe aprender a “jugar” con él en la conversación. Mientras le habla como a un niño, debe confiar en que el Señor le dará la sabiduría para desenvolverse en la situación sin causarle tropiezo. Con el tiempo, usted podrá convencerlo, pero no como un profesor convence a un estudiante. Ese tipo de actitud nunca puede producir nada. Usted debe mantener la actitud de que está hablando con un niño.
En cuanto a deshacerse del pasado
Otro punto difícil es el asunto de hacer restitución por las transgresiones pasadas. Todos nosotros hicimos en el pasado cosas equivocadas. Todos hemos ofendido a otros. Algunas veces les hemos hecho daño en asuntos financieros, en cosas materiales. Después de que un nuevo ha sido salvo, tarde o temprano, se encontrará con este problema. Debemos tener extremo cuidado de no plantear el problema prematuramente. En el Nuevo Testamento no hay ninguna enseñanza que nos mande que le hablemos a los recién salvos de que deben tratar con el asunto de su pasado. Hacer esto sería erróneo. La salvación dinámica del Señor producirá ese resultado. Zaqueo fue salvo, e inmediatamente le dijo al Señor: “He aquí, la mitad de mis bienes doy a los pobres, y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado” (Lc. 19:8). Esta es una reacción dinámica a la salvación dinámica del Señor; no fue el resultado de la enseñanza.
En Hechos 19 muchos de los efesios tomaron sus libros de idolatría y los quemaron. Esto no se les enseñó; fue una reacción espontánea a la salvación del Señor. Por lo tanto, cuando venimos a ese problema, tenemos que recordar que los nuevos son niños. Ellos han llegado a saber algo, sin embargo, no lo entienden en su totalidad. Tal vez estén hablando en serio cuando hablan de ídolos, pero es mejor que usted les hable en una manera no tan seria. Entonces, ellos recibirán sus palabras. Todos ustedes deben aprender esto, no sólo en lo referente a los ídolos y a resolver el problema de su pasado, sino también en lo relacionado con muchas otras cosas. Ya que usted les ha ayudado a leer la Biblia, tarde o temprano traerán a colación este tipo de preguntas como resultado de lo que han leído en ella. Casi cada vez que usted vuelva a visitarlos, ellos harán preguntas. Al responder estas preguntas, usted siempre debe tratar de hablarles en la actitud y en el tono que tendría con un niño. Su usted aprende a hacer esto adecuadamente, la gente lo recibirá.
(
Ejercicio y la práctica de la manera ordenada por Dios, El, capítulo 19, por Witness Lee)