CINCO ASUNTOS CRUCIALES
HALLADOS EN LAS ESCRITURAS
Desde el tiempo de la cruz, lo único que el Señor ha hecho y continúa haciendo en el aspecto negativo es ejecutar el juicio que efectuó en la cruz, es decir, ejecutar el juicio sobre Satanás. Satanás ha sido echado fuera; esto es algo que ya se logró jurídicamente. Sin embargo, una vez que un caso es sometido al tribunal y el juicio es declarado, es necesario ejecutarlo. La ejecución de un juicio siempre requiere ejecutores. Después del juicio efectuado en la cruz, el Señor hizo y continúa haciendo muchas cosas en el aspecto negativo para ejecutar el juicio hasta el tiempo en que obtenga la debida cooperación de los “ejecutores” cristianos. Cuando Él obtenga los ejecutores cristianos que cooperen con Él, entonces vendrá a atar a la serpiente y a arrojarla al abismo (Ap. 20:2-3). Ése será el fin de la serpiente.
Ésta es la historia completa de la mayor parte de las Escrituras, la cual comprende de Génesis 3 a Apocalipsis 20. Sin embargo, esto sólo tiene que ver con el aspecto negativo, desde que el enemigo se introdujo a hurtadillas hasta que el enemigo sea echado fuera. En este largo período cuatro cosas también sucedieron por el lado positivo. Por el lado negativo, el Señor vino para ponerle fin a Satanás; pero, por el lado positivo, Él primero vino para darse a Sí mismo a nosotros mediante la muerte y la resurrección y en el Espíritu y en la Palabra. A fin de comerse un pollo, usted no puede simplemente llevárselo a la mesa de su comedor, sino que primero tiene que matarlo y después cocinarlo. Después de cocinar el pollo, podrá recibirlo en otra forma; esto es un cuadro de la resurrección. Usted ahora puede poner el pollo cocinado en un plato en la mesa de su comedor porque está listo para ser comido. Cuando el Señor Jesús fue muerto, Él fue “cocinado”. ¿Jamás se ha dado usted cuenta de que el Señor fue “cocinado” al “fuego”? Él fue preparado, y ahora está listo para nosotros en el Espíritu y en la Palabra. El Espíritu es el “plato” y la Palabra es la “mesa del comedor”. Cuando usted acude a la Palabra, acude a la mesa del comedor, y cuando contacta al Espíritu, contacta el plato, y el alimento está sobre el plato. El Señor pasó por la muerte y resucitó, es decir, fue muerto y cocinado. Él ha sido puesto en el Espíritu y ha sido corporificado en la Palabra. Él fue preparado y nos ha sido presentado. Por lo tanto, los Evangelios nos dicen que “todo está dispuesto” (Mt. 22:2-14). Éste es el primer asunto por el lado positivo.
El segundo asunto positivo es que usted debe venir y disfrutar el banquete. Esto equivale a arrepentirse y creer en el Señor Jesús, recibiéndolo. Esto equivale a ser salvo. El primer asunto es que el banquete ha sido preparado y todo está dispuesto, y el segundo es que usted tiene que venir y tomarlo a Él, tiene que recibirlo.
El tercer asunto es que, después de ser regenerado y salvo, después de acudir al Señor, usted tiene que alimentarse de Él, incluso tomarlo como Su banquete día a día para que pueda crecer y ser transformado. En el cristianismo de hoy, después que las personas son salvas, se les enseña muchas cosas; se les enseña a hacer esto y aquello. Debo decir que esto está equivocado. Después que hayamos sido salvos y regenerados, después que hayamos venido al Señor, lo único que tenemos que hacer es alimentarnos del Señor día a día para poder crecer por el Señor y en el Señor, y así ser transformados en Cristo. El último asunto es que tenemos que ser conjuntamente edificados como un solo Cuerpo. Esto significa que necesitamos tener una vida de iglesia y ser miembros vivientes, miembros que ejercen su función en el Cuerpo.
En resumen, en el aspecto negativo sólo tenemos un asunto: poner fin a Satanás, echar fuera a la serpiente; pero en el aspecto positivo tenemos cuatro asuntos. Primeramente, el Señor Jesús murió y resucitó, y fue transfigurado. Él fue preparado y está listo para nosotros. En segundo lugar, tenemos que acudir a Él, creer en Él y recibirle. Tercero, tenemos que alimentarnos de Él, tener comunión con Él y participar de Él continuamente. De este modo, podremos crecer y ser transformados a Su imagen. Cuarto, tenemos que ser conjuntamente edificados como Cuerpo para llevar una vida de iglesia y ser miembros vivientes que ejercen su función en el Cuerpo. Si las personas preguntan qué enseñan las Escrituras y qué nos dicen, debemos decirles que los primeros dos capítulos son los planos del plan divino, que los últimos dos capítulos nos muestran un cuadro de lo que Dios ha venido haciendo, y que la mayor parte de las Escrituras que va en medio nos muestra cinco cosas: una en el aspecto negativo y cuatro en el aspecto positivo. Por el lado negativo, Cristo vino para ponerle fin a Satanás, para echar fuera a la serpiente. Por el lado positivo, Cristo ha sido preparado para nosotros; debemos venir a recibirle, disfrutarle y experimentarle; debemos alimentarnos de Él a fin de crecer; debemos ser transformados; y debemos ser edificados juntos como iglesia, el Cuerpo. Esto es lo que nos dicen todas las Escrituras. Ahora podemos ver el pensamiento central de Dios, lo que Dios desea. Finalmente, vemos que Dios procura obtener un edificio. Por lo tanto, el cuadro en los últimos dos capítulos nos muestra que la máxima consumación de la obra de Dios a través de las generaciones simplemente será un edificio. ¿Tiene usted una visión clara al respecto? ¿Cuál es su meta como cristiano que es? ¿Cuál es la dirección a la que usted se encamina como creyente en Cristo? Usted debe tener una visión en la que este edificio sea su meta, objetivo y dirección.
(
Pensamiento central de Dios, El, capítulo 6, por Witness Lee)