CONOCER A CRISTO
AL ABANDONAR NUESTROS ESFUERZOS
Y NUESTRO FERVOR
El significado de Filipenses 3:9 es que nosotros debemos dejar de hacer, no sólo las cosas malas, sino también las cosas buenas. No sólo debemos dejar de oponernos a Dios, sino también dejar de rendirle nuestro propio servicio. En los versículos del 4 al 6, podemos ver que Pablo era un hombre que servía fervorosamente y que era celoso en cuanto a hacer el bien. Él estaba lleno de energía y era extremadamente activo en lo que se refería a servir a Dios y a ser una buena persona, pero actuaba por su propia cuenta. En aquel entonces él no tenía una relación con Cristo. Cuando dependía de su propio esfuerzo para hacer el bien y servir a Dios, no había forma alguna de que él pudiera conocer a Cristo. Sin embargo, en el versículo 9 él abandonó todo su esfuerzo por hacer el bien, abandonó su servicio fervoroso y tuvo “fe en Cristo”. Esto significa que él vivió en Cristo, permaneció en Cristo y permitió que Cristo fuera su todo de tal modo que ya no se esforzaba, luchaba ni actuaba por su propia cuenta. Él se detuvo a sí mismo, creyó en Cristo y permitió que Cristo viviera, y vivió por Cristo. El hecho de que él se detuviera le permitió conocer a Cristo. Éste es un principio básico: si queremos conocer a Cristo, debemos detenernos a nosotros mismos.
(Pláticas adicionales sobre el conocimiento de la vida, capítulo 19, por Witness Lee)