Vivir en y con la Trinidad Divina, por Witness Lee

EFESIOS 1:3

Efesios 1:3 dice: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo [el Hijo], que nos bendijo con toda bendición espiritual [bendición del Espíritu] en los lugares celestiales en Cristo [el Hijo]”. Efesios 1:3 es una porción importante de la Palabra en cuanto a la revelación de la Trinidad Divina. Este versículo revela la Trinidad Divina: el Padre, el Hijo y el Espíritu. En este versículo el Padre es la fuente de la bendición divina que nos fue dada a nosotros.

Además, el Espíritu es la naturaleza y la esencia de la bendición divina. La bendición divina que hemos recibido es de naturaleza espiritual y origen espiritual. El Padre divino es la fuente de esta bendición, mientras que el Espíritu es la naturaleza y la esencia de esta bendición divina que hemos recibido.

Tercero, el Hijo es la esfera, el elemento, y el caudal de esta bendición divina. Dentro de la esfera del Hijo, Dios nos da Su bendición divina. Cristo también es el elemento de la bendición divina. Un elemento es una sustancia y toda sustancia tiene una esencia con su naturaleza. Por ejemplo, la madera es un elemento. En este elemento hay una naturaleza y una esencia. La naturaleza y la esencia de la bendición divina es el Espíritu, pero el elemento de esta bendición es Cristo mismo. Cuando decimos que Cristo es el elemento de la bendición de Dios estamos diciendo que Cristo mismo es la bendición divina. En la bendición divina está la naturaleza espiritual y la esencia espiritual. Cristo, el Hijo mismo, es la bendición, el Espíritu es la naturaleza y la esencia de esta bendición, y el Padre es la fuente que da esta bendición.

(Vivir en y con la Trinidad Divina, capítulo 4, por Witness Lee)