LA IMPARTICIÓN DEL PADRE
La impartición del Padre puede verse en el Evangelio de Juan. El versículo 32 del capítulo 6 dice que el Padre nos da el verdadero pan del cielo. El Señor Jesús nos dijo claramente que Él es el verdadero pan del cielo dado por el Padre. Esto significa que el Padre nos está impartiendo a Cristo como alimento a todos nosotros. Juan 6:40 dice que la voluntad del Padre es que todo aquel que ve al Hijo y cree en Él tenga vida eterna. Cristo como el pan celestial impartido a nosotros es la corporificación de la vida eterna. Cuando recibimos este pan y lo comemos, tenemos este pan dentro de nosotros como la vida eterna. El Padre nos da el pan celestial, el cual representa al Hijo. Así que, el Hijo es el alimento celestial para ser nuestro suministro de vida.
También podemos ver la impartición del Padre en Juan 8:29, el cual dice que el que envió [el Padre] al Hijo está con el Hijo. El Padre da al Hijo como el pan celestial, pero cuando Él da al Hijo, Él viene con el Hijo. El Padre, quien envió al Hijo está con el Hijo. El pensamiento natural es que el Padre permaneció en los cielos cuando nos envió al Hijo para que fuera nuestro suministro. Pero conforme a la revelación divina, el Padre estaba con el Hijo cuando el Hijo vino. Esto muestra que no solamente el Hijo, sino también el Padre, es el componente del pan celestial. Cuando recibimos al Hijo, tenemos al Padre con el Hijo como nuestra provisión de alimento. Ésta es la impartición del Padre.
Juan 5:24 dice que el que oye al Hijo y cree al Padre, quien envió al Hijo, tiene vida eterna. El libro de Juan nos dice reiteradamente que Dios se entregó a Sí mismo por nosotros para que le recibamos como nuestra vida eterna. Este dar y recibir indica la impartición del Padre.
(
Vivir en y con la Trinidad Divina, capítulo 3, por Witness Lee)