EN LA VIDA CRISTIANA
En la vida cristiana, los creyentes poseen la Trinidad Divina, y deben vivir en la Trinidad Divina y con la Trinidad Divina. El Padre está en los creyentes (Ef. 4:6), el Hijo vive en los creyentes (Gá. 2:20) y el Espíritu permanece en los creyentes (Jn. 14:17). En 2 Corintios 13:14 Pablo dijo: “La gracia del Señor Jesucristo [el Hijo], el amor de Dios [el Padre], y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros”. Luego Judas dice que debemos ser aquellos quienes, orando en el Espíritu Santo, se conservan en el amor de Dios [el Padre], esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo [el Hijo] (vs. 20-21).
La revelación de la Trinidad Divina en 2 Corintios 13:14 y en Judas 20-21 es la misma en ambos. El amor de Dios [el Padre] está en ambas porciones. La misericordia del Señor Jesucristo [el Padre] en Judas corresponde con la gracia de nuestro Señor Jesucristo en 2 Corintios. En el Señor Jesús está la gracia, y cuando la gracia se extiende a nosotros y nos alcanza, entonces es misericordia. Finalmente, orando en el Espíritu Santo en Judas corresponde con la comunión del Espíritu Santo en 2 Corintios. Orar es una clase de comunión.
(Vivir en y con la Trinidad Divina, capítulo 1, por Witness Lee)