Ser liberados de los ritos religiosos y andar conforme al Espíritu, por Witness Lee

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EL QUE CRISTO QUEBRANTARA EL SÁBADO EN MATEO 12:10-11 INDICA QUE ÉL CUIDA DE SU CUERPO, LA IGLESIA

Lo que se registra en la Biblia es muy particular. El Señor, después de quebrantar el Sábado en los versículos 1 y 2, quebrantó el Sábado de nuevo en los versículos 10 y 11. El hecho de que el Señor quebrantara el Sábado repetidas veces indica que Él estaba en contra de la regulación de guardar el Sábado. La segunda vez, el Señor no quebrantó el Sábado en los sembrados, sino en una sinagoga. Entre las personas que adoraban en la sinagoga, había un hombre que tenía una mano seca. El Señor Jesús confrontó a los fariseos. Los fariseos le preguntaron al Señor si era lícito sanar en el Sábado (v. 10). El Señor Jesús respondió con una analogía: “¿Qué hombre habrá de vosotros, que tenga una oveja, y si ésta cae en un hoyo en el día de Sábado, no le echa mano, y la levanta?” (v. 11). La respuesta del Señor muestra que el hombre era uno de los miembros del Señor y una de Sus ovejas. Aquellos que entienden la Biblia saben que los miembros son para el Cuerpo así como las ovejas son para el rebaño. Tanto el Cuerpo como el rebaño se refieren a la iglesia. La iglesia es el Cuerpo del Señor y el rebaño del Señor. En esta situación una oveja había caído en un hoyo, es decir, un miembro se había secado. ¿Lo sanaría el Señor? ¿Se preocuparía el Señor por el Sábado o por Su oveja, el miembro Suyo? ¿Se preocuparía por guardar las regulaciones religiosas o por sanar a Sus miembros? Queda muy claro que a nuestro Señor no le interesan las regulaciones religiosas. Él se interesa por Sus miembros, Sus ovejas. Él se satisface cuando una oveja es rescatada y un miembro seco es sanado y vivificado.

Conforme a la dirección del Señor, por un periodo de tiempo tuvimos algo de experiencia en cuanto a sepultar nuestra vejez. Esta práctica fue condenada como una violación de las regulaciones religiosas. Algunos en el cristianismo lo llamaron una herejía y dijeron que los creyentes deberían ser bautizados una sola vez. Pero ¿dónde en la Biblia dice que únicamente podemos bautizarnos una sola vez? La Biblia dice que un creyente debería ser bautizado, pero no dice que un creyente sólo puede bautizarse una vez. La regulación de ser bautizados una sola vez viene de la religión y la tradición. El resultado de esta tradición es que el bautismo ha llegado a ser un rito necesario para unirse a una organización. Según la Biblia el bautismo no es un ritual, sino el testimonio de un hecho. El hecho es que al creer en el Señor, somos unidos al Señor y morimos con Él. Él fue sepultado, así que nosotros también somos sepultados en el agua. Él resucitó, y nosotros resucitamos con Él (Ro. 6:3-5). No sólo eso, sino que también somos introducidos en el Dios Triuno por medio del bautismo (Mt. 28:19). Por tanto, el bautismo no es un ritual o una regulación; es una realidad espiritual.

Muchos cristianos han hecho del bautismo un ritual vacío, una ordenanza muerta. Incluso entre nosotros, hasta cierto punto el bautismo ha llegado a ser una ordenanza. Entre las iglesias locales existe la práctica de primero predicar el evangelio y luego visitar nuestros amigos del evangelio a fin de prepararlos para el bautismo. En el pasado incluso había una entrevista que se conducía antes del bautismo. Le preguntábamos a alguien que deseaba ser bautizado si él creía en Dios, si creía que Jesús murió por sus pecados y si había confesado sus pecados. Si decía que sí, fijaríamos una fecha para bautizarlo. Luego, en el día asignado, el creyente nuevo vendría y escucharía un mensaje acerca del bautismo. Aunque en la superficie este creyente nuevo entendía el significado del bautismo, subconscientemente él pensaba que el bautismo era una ceremonia necesaria para que él se uniera a la iglesia. Según su pensamiento, él se bautizaba a fin de unirse a una iglesia.

El cristianismo ha convertido las realidades espirituales en regulaciones, ordenanzas y rituales religiosos. Por esta razón, a lo largo de los siglos el Señor ha levantado creyentes que reaccionaron contra las regulaciones del cristianismo. Por ejemplo, Él levantó a los cuáqueros, que decían que cuando el Espíritu Santo se derramaba sobre ellos, ellos temblaban. Los cuáqueros, la Sociedad de los Amigos, decían que no necesitaban ser bautizados en agua ni rociados por agua. Ellos sólo necesitaban temblar. Hoy en día no hay muchos cuáqueros. Los cuáqueros fueron una reacción que el Señor levantó en contra de los rituales del cristianismo.

Más adelante el Señor levantó a otros, tales como la señora Jessie Penn-Lewis. Ella era experta en cuanto a las cosas espirituales, pero repudió tanto el bautismo por inmersión como el bautismo por aspersión. De hecho, ella dijo: “Tanto el bautismo por inmersión como el bautismo por aspersión son inútiles; son meramente formas y regulaciones. Un creyente necesita el bautismo del Espíritu. Necesita estar en el Espíritu Santo”. El Señor también levantó entre nosotros el asunto de la sepultura. Me parece que esto también es una reacción. Jamás nos habríamos imaginado tal cosa. Bajo la operación del Espíritu Santo, un grupo de hermanos y hermanas sintieron que ellos eran viejos y desearon ser sepultados. De ese modo, comenzaron las sepulturas. Los santos se sumergían en el agua para ser sepultados uno por uno. Su sentir era uno en que decían: “¡Quiero ser sepultado! ¡Que mi ser corrupto sea sepultado! ¡Que mi yo que ama el mundo sea sepultado! ¡Que mi viejo yo sea sepultado!”.

Luego de su sepultura, muchos santos llegaron a estar vivientes; ellos fueron vivificados. No obstante, las sepulturas provocaron oposición entre los cristianos, los cuales nos preguntaron qué hacíamos y dijeron que habíamos violado la regla, pues un creyente debería bautizarse una sola vez. Antes que los santos fuesen sepultados, quizás algunos iban a bailar o a ver películas, pero no los acusaban de violar ninguna regulación. Sin embargo, después que fueron sepultados y vivificados, ellos fueron criticados y condenados por quebrantar la regulación.

¿Se interesa el Señor Jesús por las regulaciones? Supongamos que todos en una reunión están medio muertos, con un miembro seco. La mano izquierda de usted está seca, mi mano derecha está seca, la pierna izquierda de otro está seca y mi pierna derecha está seca. Usted guarda el Sábado con su mano seca y yo guardo el Sábado con mi pierna seca. ¿Qué valor tiene el que guardemos el Sábado? ¿Quiere el Señor que guardemos el Sábado de este modo? ¡De ninguna manera! El Señor quiere quebrantar esta forma de guardar el Sábado. Él escogió deliberadamente obrar el Sábado al restaurar al hombre con la mano seca. Igualmente, al Señor Jesús no le interesa que guardemos una regulación de ser bautizados una sola vez. Él preferiría que seamos sepultados y estemos vivientes.

Al Señor no le interesa que nosotros guardemos regulaciones religiosas. Él se concentra en si Sus ovejas han sido sacadas del hoyo y en si Sus miembros están vivientes. Si no estamos vivientes, estamos errados, no importa si hemos sido bautizados una sola vez, muchas veces o nunca. Si no estamos vivientes, estamos errados sin importar lo que hagamos. No obstante, si estamos vivientes, todo es correcto. Al Señor Jesús no le interesa que seamos bautizados una sola vez o dos veces. Lo que le preocupa es si estamos vivientes.

(Ser liberados de los ritos religiosos y andar conforme al Espíritu, capítulo 5, por Witness Lee)