Ser liberados de los ritos religiosos y andar conforme al Espíritu, por Witness Lee

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JUAN PRESENTÓ A CRISTO DE UNA MANERA CONTRARIA A LA RELIGIÓN

Juan el Bautista presentó a Cristo de una forma muy particular. En vez de predicar doctrinas, él proclamó, diciendo: “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mt. 3:2). La palabra griega traducida “arrepentíos” significa “tener un cambio de pensar”, es decir, tener un cambio de concepto. Juan parecía proclamar: “Ha venido otra esfera, otro ámbito. Vuélvanse y tengan un cambio de concepto. Apártense de su manera de adorar. Apártense de sus ordenanzas religiosas. Anteriormente, ofrecíamos sacrificios en el templo, poníamos en orden el pan de la Presencia, encendíamos las lámparas y quemábamos incienso, pero ahora debemos abandonar estas cosas”.

Juan el Bautista no enseñaba doctrinas a aquellos que se arrepentían; más bien, los sepultaba en el agua. Juan daba fin y sepultaba a cualquiera que tuviera un cambio de pensar. No importaba si una persona era un principal sacerdote, un recaudador de impuestos o un escriba; tan pronto como ellos se arrepentían, Juan los sepultaba. Ellos eran sepultados fuera de su antigua sociedad, su antigua religión, su antigua cultura, sus antiguas ordenanzas y sus antiguos métodos. Una vez que ellos eran sepultados, llegaban a su fin.

Sin embargo, esto no era el fin. En el versículo 11 Juan el Bautista dijo: “Yo os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí [...] es más fuerte que yo; Él os bautizará en el Espíritu Santo y fuego”. Juan sepultaba a las personas y las llevaba a su fin, pero el Señor Jesús, a quien Juan presentó, quería avivar a las personas que habían sido sepultadas y aniquiladas a fin de que fueran Sus seguidores. La manera en que Juan presentó al Señor Jesús fue muy cruda e inculta.

Si Juan presentara a Cristo según la religión judía, él habría convocado una reunión con los principales sacerdotes, los ancianos y los escribas. En la reunión él habría dicho: “El propósito de esta reunión es presentar a Cristo. Gracias a Dios que Cristo ha nacido. Yo soy Juan, un sacerdote, y estoy aquí para presentar a Cristo”. Entonces Él le habría pedido a Cristo que subiera a la plataforma, y habría continuado, diciendo: “Éste es Jesucristo. Él nació en Belén y creció en Nazaret. Ahora quisiera pedirles a todos que pasen al frente para darle la mano y felicitarle”. Ésta es la manera religiosa, pero Juan no presentó a Cristo de este modo. Más bien, él estaba al lado del río Jordán en el desierto. Las personas que iban a él se arrepentían y eran sepultadas una a una. Juan les dijo que él los sepultaba, pero que Jesucristo vendría y los bautizaría en el Espíritu Santo y fuego para que ellos fuesen vivificados. El Señor Jesús fue presentado de una manera que no tenía color, trasfondo o atmósfera religiosa alguna.

(Ser liberados de los ritos religiosos y andar conforme al Espíritu, capítulo 3, por Witness Lee)