CAMBIAR NUESTRO CONCEPTO,
NUESTRA MANERA DE SER
Y NUESTRA MANERA DE PROCEDER
En la actualidad, los santos no están siendo introducidos en su función, pero todos ellos se están congregando. Tenemos muchas “gallinas que ocupan los gallineros, pero que no ponen huevos”. Si quienes ocupan los gallineros se pusieran a un lado, otras gallinas podrían poner huevos. Éste es el propósito de nuestra comunión. A fin de que los santos sean introducidos en su función, tanto nuestro concepto como nuestra manera de ser tienen que cambiar. Entonces la manera en que obramos también cambiará. Cuando nuestra manera de proceder cambie, podremos llevar a los santos a ejercer su función.
No somos capaces de llevar adelante la obra; sólo podemos mantener nuestra condición. Además, no hay posibilidad alguna de que la obra se propague. Durante los últimos cuatro años, hemos alcanzado nuestra capacidad. Los colaboradores y los ancianos en las iglesias y en la obra han alcanzado su capacidad. La obra no se puede propagar debido al temperamento de ellos y su forma de obrar. Como consecuencia de ello, las cosas que están en sus manos siempre se ven limitadas. Ésta es la situación de la iglesia en Taipéi. Esta situación continuará a menos que los colaboradores y los ancianos estén dispuestos a cambiar su manera de ser, su concepto y su sistema. Incluso si ellos intentan hacer más y también predicar el evangelio, nuestro número no sobrepasará los tres mil santos, pues todo el servicio está en manos de los colaboradores y los ancianos; es decir, que unas cuantas gallinas ocupan los gallineros. Los colaboradores y los ancianos tienen que cambiar su concepto. Si no cambian su concepto, tienen que al menos cambiar el sistema. Cambiar el sistema significa quitar a los colaboradores, los ancianos y los hermanos responsables. Esto no significa que los ancianos ya no administrarán la iglesia. Los ancianos continuarán administrando la iglesia, pero no de la manera en que lo hacen actualmente. Si están dispuestos a delegar el servicio, otros podrán empezar a ejercer su función. Los santos espontáneamente comenzarán a manejar los asuntos de la iglesia. Cuando los padres están fuera y nadie prepara la cena, espontáneamente los niños se levantan para alimentarse a sí mismos. De este modo, la capacidad de los santos será manifestada.
Los colaboradores, los ancianos y los hermanos responsables necesitan ser iluminados y recibir esta palabra franca. Si no hablo con franqueza, les estoy engañando. Hemos alcanzado nuestra capacidad. Independientemente de cuánto más arduamente trabajemos, no aumentaremos. Un contenedor sólo puede sostener cierta cantidad de agua. No necesitamos añadir más agua; más bien, necesitamos expandir la capacidad del contenedor. No introducimos a los santos en su función porque subconscientemente pensamos que son limitados en su capacidad, pero que nosotros no lo somos. Aunque no decimos esto de manera explícita, albergamos este pensamiento inconscientemente. Ésta es la razón por la cual los santos no pueden ser introducidos en el servicio. Tenemos que considerar estos asuntos delante del Señor.
(Pastorear a la iglesia y perfeccionar a los jóvenes, capítulo 9, por Witness Lee)