INTRODUCIR A LOS SANTOS JÓVENES EN LA OBRA
Tenemos que prestar atención a un punto fundamental en la obra con los jóvenes, a saber, que debemos introducirlos en la obra con nosotros. No deberíamos reemplazar a otros en lo que hagamos. Sin embargo, muchas veces hacemos la obra por nuestra propia cuenta y, de ese modo, reemplazamos a otros. Ésta es la manera natural de obrar. Quienes verdaderamente han sido adiestrados no tomarán este camino. La manera de proceder conforme al entrenamiento consiste en siempre enseñar a otros y obrar con otros. Es necesario que apliquemos este principio a la obra con los jóvenes.
Muchos servidores han tenido comunión acerca de cómo conducir la reunión de los jóvenes. Ellos buscan una manera de predicar el evangelio en las escuelas. Si es necesario que nosotros vayamos a las escuelas para llevar a cabo la obra con los jóvenes, la obra ya ha fracasado. Una situación normal sería que muchos estudiantes sean salvos, pero que ningún colaborador jamás haya cruzado la entrada de la escuela. Nadie sabe que él ha llevado muchos estudiantes a la salvación. Esto es destreza. Si deseamos llevar a cabo la obra con los estudiantes, tenemos que aprender esta destreza. Un servidor que no ha aprendido a obrar de esta manera es natural y no ha sido adiestrado.
(Pastorear a la iglesia y perfeccionar a los jóvenes, capítulo 7, por Witness Lee)