Pastorear a la iglesia y perfeccionar a los jóvenes, por Witness Lee

Más extractos de este título...

SER CAUTELOSOS Y CUERDOS EN CUANTO A LA COORDINACIÓN

La coordinación en la iglesia puede ser problemática. Hay una reunión de distrito que queda muy cerca de la Universidad Nacional de Taiwán y también es muy conveniente. Los hermanos responsables en este distrito les dan la bienvenida a los jóvenes y son celosos. Esto es una ayuda para la obra de los estudiantes. Sin embargo, los santos de edad mediana o los de mayor edad no siempre entienden la psicología de los jóvenes. Estos santos de mayor edad podrían extinguir el fuego que hay en los jóvenes. La ayuda que ellos brindan podría llegar a ser un obstáculo.

Algunos podrían decir: “Si éste es el caso, no es necesario que la iglesia coordine. Los santos en el distrito laboran para cocinar comidas y pasar tiempo con los estudiantes y lo único que reciben son críticas”. Esta palabra no anula la coordinación y ayuda de parte de la iglesia, pero a veces el resultado de nuestra labor es contrario a lo que esperamos. Una persona podría poner un vaso de agua caliente en el refrigerador a fin de conservar la frescura del agua, pero esto también hará que el agua se enfríe. Su intención no es que los estudiantes se enfríen, pero debido a que ustedes no entienden su situación o sus circunstancias, ellos se enfrían. Espero que entiendan lo que digo. La obra con los jóvenes suena sencilla, pero no lo es. Los jóvenes tienen su propia psicología. Si ustedes entienden su psicología, ellos trabajarán arduamente por ustedes y harán cualquier cosa que les pidan. Si ustedes no entienden su psicología, ellos no se levantarán, incluso si ustedes les brindan ayuda. Algunos de los santos en los distritos no entienden a los jóvenes. Por ende, no pueden satisfacer la necesidad de la obra con los jóvenes.

Quienes sirven con los jóvenes deben tener discernimiento. En 2 Timoteo 4:5 se nos dice: “Sé sobrio en todo”. No todos los santos en el distrito pueden brindar ayuda verdadera. A veces, su ayuda podría ser un impedimento. Por tanto, quienes sirven con los jóvenes deberían ser cautelosos; es decir, ellos deben ser sobrios y considerar la situación cabalmente. Esto no significa que ellos deberían oponerse a la coordinación de la iglesia, sino que ellos deberían ser cautelosos y cuerdos.

Ser cauteloso equivale a ser sobrio; significa ver las cosas con claridad. Hay una niebla que cubre cada situación y hace que las personas no sean capaces de ver las cosas claramente. Aquellos que son sobrios pueden ver con claridad y conocer cuál será el resultado. En tal situación la ayuda que se necesita de parte de los hermanos responsables en un distrito quizás no sea considerable. A veces la obra con los jóvenes puede progresar sin mucha ayuda. Nuestro propósito consiste en producir muchos santos jóvenes que puedan volverse fervientes. Si la coordinación de parte de un distrito es apropiada, será de beneficio, pero si la coordinación no es apropiada, llegará a ser un impedimento. Necesitamos ser sobrios en nuestra coordinación con otros.

Algo que es indudablemente provechoso es tener un lugar para dar hospitalidad, es decir, una casa para hermanos o una casa para hermanas. Tal lugar no requiere mucho esfuerzo y no pone en riesgo el efecto de la obra, pues los jóvenes la llevarán a cabo.

(Pastorear a la iglesia y perfeccionar a los jóvenes, capítulo 7, por Witness Lee)