Pastorear a la iglesia y perfeccionar a los jóvenes, por Witness Lee

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LOS ESTUDIANTES DEBEN SER BALANCEADOS

No deberíamos obligar a los estudiantes a asistir a las reuniones. No hay necesidad de imponerles que se unan a alguna de las reuniones de la iglesia; más bien, deberíamos obrar en ellos hasta que su deseo sea asistir a las reuniones. Entonces su asistencia no será un asunto de cumplir con nuestra exigencia. Los que sirven deben ayudar a los jóvenes para que asignen tiempo a sus estudios. Los estudiantes deben estudiar diligentemente, y nosotros les deberíamos animar a que pasen tiempo estudiando. Deberíamos obrar con cada estudiante en conformidad con su situación. En principio, los estudiantes deberían ser capaces de apartar dos horas a la semana para las reuniones. No importa cuán ocupado esté un estudiante, él necesita otras actividades a fin de relajarse. Cada ser humano tiene necesidad de disfrute, y cuando los estudiantes asistan a las reuniones, esta necesidad será satisfecha.

Los estudiantes también necesitan ser alumbrados. Ellos no deberían meramente reunirse para disfrutar, sino también para recibir ayuda práctica. Los que sirven deben hallar la mejor manera para que los estudiantes se reúnan. No necesariamente tienen que traer a los estudiantes a las reuniones de la iglesia. Debemos ser muy flexibles. Los estudiantes que asisten a la escuela nocturna pueden tener una reunión durante el día, y los otros estudiantes pueden tener una reunión en la noche. Además, los estudiantes no tienen que esperar hasta el día del Señor para reunirse. Ellos pueden reunirse cualquier día de la semana. Deberíamos ejercitarnos para ser flexibles en este asunto.

(Pastorear a la iglesia y perfeccionar a los jóvenes, capítulo 7, por Witness Lee)