Pastorear a la iglesia y perfeccionar a los jóvenes, por Witness Lee

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EN EL GRUPO PEQUEÑO TODOS DEBEN LLEVAR LA RESPONSABILIDAD Y SERVIR

En los grupos pequeños deberíamos presentar libros espirituales a los santos para que los estudien y animarles a tener comunión mutua en las reuniones. Un grupo pequeño puede usar una tarde para leer libros espirituales y orar. Aproximadamente diez santos pueden juntarse y utilizar la mitad del tiempo para leer y la otra mitad para orar. Un grupo puede utilizar dos noches para visitar santos o predicar el evangelio. Si podemos practicar esto consistentemente, en un periodo de tiempo veremos resultados.

No es necesario tomar cuidado de la información acerca de los amigos del evangelio en un lugar central. Deberíamos ocuparnos de esta información en los grupos pequeños. También necesitamos considerar ciertos asuntos tales como los bautismos. Tales asuntos no necesariamente tienen que efectuarse en los locales. Pueden ocuparse de los bautismos en los grupos pequeños. Un grupo pequeño puede bautizar sus amigos del evangelio que han recibido al Señor. De este modo, la vida de iglesia es simplificada.

Deberíamos hacer una lista nueva de los santos que están en las reuniones. Con base en esta lista los santos pueden formarse en grupos. No deberíamos designar a un solo santo como el responsable, pues cada santo es responsable. Incluso si veinte santos se juntan, cada santo es responsable. Estos santos deberían cuidar los unos de los otros. Ellos pueden predicar el evangelio juntos y edificarse unos a otros; todos los santos deberían ser responsables.

Debido a que entre nosotros pareciera que hay algo de burocracia, a nadie se le debería asignar ser uno que lleva la delantera en un grupo pequeño. Cada santo debería tomar la delantera y cuidar del grupo. Si los santos no se cuidan entre sí, morirán. Necesitamos tener una atmósfera de cuidado mutuo. No podemos permitir que los distritos administren los grupos pequeños. Tal administración anularía la función de los santos. Cuanto más intentemos administrar, más problemas habrá. Deberíamos eliminar toda administración efectuada por los distritos al permitir que los santos sirvan y se ocupen de sus actividades.

Cuando los santos se reúnan en la mañana del día del Señor, es responsabilidad de los ancianos, los “padres y madres”, darles algo de comer. No controle a los santos; más bien, aliméntelos. No debemos permitir que los distritos controlen a los santos. La función de vigilar los distritos, propia de los ancianos, es suficiente responsabilidad para los ancianos. La administración en un distrito tiene que reducirse.

En una iglesia local la responsabilidad de los ancianos consiste en principalmente alimentar y enseñar. Cuando los santos se congreguen en la mañana del día del Señor, los ancianos deberían darles alimento. La verdadera responsabilidad administrativa de los ancianos consiste en dar alimento a los santos. Si las personas son alimentadas, no habrá problemas. Este principio también se aplica a la administración de una nación. Si una nación está alimentada y saciada, no habrá problemas. Por ende, tenemos que alimentar y satisfacer a los santos. Si los santos no son alimentados, nuestra administración traerá confusión. Si los santos son alimentados, nuestra administración traerá orden.

(Pastorear a la iglesia y perfeccionar a los jóvenes, capítulo 1, por Witness Lee)