Cómo administrar la iglesia, por Witness Lee

Más extractos de este título...

CREAR EN SÍ MISMO DE LOS DOS UN SOLO Y NUEVO HOMBRE

Si queremos conocer claramente lo que es la iglesia y lo que Dios desea hacer en la iglesia, debemos entender Efesios 2:13-16, Colosenses 3:10-11 y 1 Corintios 12:12-13. Muchas personas tienen un entendimiento equivocado de Efesios 2, y piensan que trata de la relación que los gentiles tienen con Dios. En realidad, este capítulo nos habla de cómo los gentiles y los judíos llegan a ser un solo y nuevo hombre en Cristo. El versículo 13 dice: “Vosotros que en otro tiempo estabais lejos”. Esto indica que los gentiles, además de estar lejos de Dios, también estaban lejos de los judíos. Los gentiles y los judíos estaban en dos esferas completamente diferentes en la vieja creación, en la carne. Según la vieja creación, los judíos estaban en una esfera y los gentiles estaban en otra; las personas de estas dos esferas jamás podrían acercarse. Estaban tan alejadas que no podían acercarse ni tener contacto unas con otras.

En Efesios 2 el apóstol nos muestra que estos dos grupos de personas, los cuales no podían acercarse y estaban lejos el uno del otro, han llegado a ser un solo y nuevo hombre en Cristo. Por ello, el versículo 13 declara: “Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo”. La frase vosotros que en otro tiempo estabais lejos se refiere a los gentiles. Los gentiles estaban lejos de los judíos, pero ahora, por medio de la redención que Cristo efectuó con el derramamiento de Su sangre, se han acercado a los judíos. El versículo 14 dice: “Porque Él mismo es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno y derribó la pared intermedia de separación, la enemistad”. La palabra ambos no se refiere a Dios y al hombre, ni a Dios y a los gentiles, sino a los gentiles y a los judíos. Cristo realizó la redención en la cruz para que los dos —gentiles y judíos— pudieran ser uno. Él derribó también la pared intermedia de separación. ¿Cuál es esta “pared intermedia de separación”? El versículo 15 dice: “Aboliendo en Su carne la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en Sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz”. La pared intermedia de separación era la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas. La ley no permitía que los judíos tuviesen ningún contacto con los gentiles, y debido a esto, había una pared intermedia, una enemistad. Pero Cristo crucificó la ley y abolió la enemistad en la cruz para crear en Sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre. Así pues, Cristo creó en Sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre.

En el Nuevo Testamento el nuevo hombre no se refiere a un solo individuo; no existe un nuevo hombre en el aspecto individual. El nuevo hombre es un nuevo hombre corporativo. En otras palabras, en el Nuevo Testamento sólo existe un solo y nuevo hombre, no muchos nuevos hombres, así como también sólo existe un viejo hombre y no muchos (cfr. Gn. 1:26; 1 Co. 15:47). Aunque hay millones de personas sobre la tierra, no hay millones de viejos hombres; sólo existe un viejo hombre. De igual manera, sólo existe un nuevo hombre. Por lo tanto, Efesios 2:15 claramente afirma que Cristo creó “en Sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre”. Los dos se refiere a los gentiles y a los judíos. Anteriormente, ellos estaban separados a causa de la ley, pero ahora la pared intermedia de separación ha sido derribada por medio de la crucifixión de Cristo. Por consiguiente, los dos fueron creados en Cristo para ser un solo y nuevo hombre.

El versículo 16 dice: “Y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo Cuerpo, habiendo dado muerte en ella a la enemistad”. Esto claramente muestra que por medio de la cruz Cristo derribó la pared intermedia de separación que había entre los judíos y los gentiles en la vieja creación y creó en Sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre; como resultado, los dos ahora son un solo Cuerpo. Anteriormente teníamos los judíos y los gentiles, pero ahora los dos han sido creados en Cristo para ser un solo y nuevo hombre.

En Colosenses 3:10 Pablo usa la frase vestido del nuevo [hombre]. Ésta no es una exhortación a que nos despojemos del viejo hombre y nos vistamos del nuevo, sino que más bien se refiere a un hecho consumado. En Cristo, nosotros nos hemos despojado del viejo hombre y nos hemos vestido del nuevo. Debemos leer Colosenses 3:10 junto con Efesios 2:15, donde dice que Cristo creó en Sí mismo de los dos, gentiles y judíos, un solo y nuevo hombre; Colosenses dice que en Cristo nos despojamos del viejo hombre y nos vestimos del nuevo hombre.

Vestirnos del nuevo hombre no significa que usted se viste de un nuevo hombre, yo me visto de otro nuevo hombre y millones de creyentes se visten de millones de nuevos hombres. No; sólo existe un solo y nuevo hombre, así como también sólo existe un viejo hombre. El viejo hombre es Adán, quien está en millones de personas del mundo. Adán, quien está en millones de sus descendientes, es el viejo hombre. Por lo tanto, no hay millones de Adanes ni millones de viejos hombres, sino que hay un solo Adán, un viejo hombre. Cristo, Aquel que está en millones de cristianos, es el nuevo hombre. Sólo existe un solo y nuevo hombre. El viejo hombre es Adán; y el nuevo hombre es Cristo. Antes de ser salvos, nosotros estábamos en Adán, el viejo hombre; pero cuando fuimos salvos, salimos de Adán, nos despojamos del viejo hombre y nos vestimos de Cristo, el nuevo hombre.

(Cómo administrar la iglesia, capítulo 8, por Witness Lee)