Reino, El, por Witness Lee

DOS ÁRBOLES

Es de gran importancia que nos demos cuenta que en el principio había dos árboles: el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal (Gn. 2:9). El árbol de la vida representa a Dios, y el árbol del conocimiento representa a Satanás. El hombre comió del árbol del conocimiento, lo cual significa que Satanás entró en el hombre. Satanás como la personificación del pecado, está ahora dentro del hombre (Ro. 7:8, 11, 17, 20). Después de entrar en él, Satanás comenzó a saturarlo, a envenenarlo y a poseerlo por completo. Por tanto, el hombre cayó en corrupción y tinieblas; lo que significa que fue puesto bajo la autoridad de Satanás. El hombre se convirtió en ciudadano del reino de Satanás, sujeto al gobierno de Satanás. Por tanto, todos los nacidos del linaje humano son también ciudadanos del reino de Satanás. Ahora todo ser humano se encuentra sujeto a Satanás por nacimiento, y es debido a ello que los hombres roban, pelean y matan. Éste es el reino de Satanás. Esto es la totalidad de la vida satánica con todas sus actividades.

Un día “Jehová-más” vino. Dios se encarnó y vino a ser un hombre. El deseo de Dios es entrar en el hombre. Cuando invocamos el nombre del Señor Jesús, Él entra en nuestro ser como vida. Desde ese momento, Dios comienza a crecer en nuestro ser. El crecimiento de Dios en nuestro ser significa que Él se propaga en nuestro interior. Cuanto más Dios crece, más se propaga y más cabida halla en nuestro ser. Cuanto más cabida halla en nuestro ser, más Él reina en nosotros. El reino es el reinado divino de Dios en nosotros por medio del crecimiento de la vida divina en nuestro interior. El reino de Dios es Dios mismo como vida para nosotros, el cual se propaga en nuestro interior, nos satura y reina sobre todo nuestro ser.

(Reino, El, capítulo 8, por Witness Lee)