Reino, El, por Witness Lee

EL REINO DE SATANÁS

Tenemos que ver que tanto el reino de Dios como el reino de Satanás son algo de vida. El reino de Dios es un asunto de la vida divina, mientras que el reino de Satanás es un asunto de la vida satánica. Si uno considera la situación mundial, podrá percatarse que el linaje humano en su totalidad es un reino, pero no solamente un reino de la vida humana, sino aún más, de la vida satánica. Hoy en día, la sociedad humana es el reino de la vida satánica. La humanidad entera ha llegado a ser la totalidad de la vida satánica con todas sus actividades. Por tanto, el reino humano se ha convertido en el reino satánico, el reino de Satanás.

Mateo 12:22-28 menciona el reino de Satanás. Una persona ciega y muda que estaba poseída por los demonios fue traída al Señor Jesús. Como dijimos en el capítulo 2, en la Biblia un demonio representa estar en rebelión contra Dios. El Señor Jesús echó fuera demonios. Podría parecernos que aquí simplemente se echó fuera un demonio y se recobró a un ser humano, pero según la interpretación del Señor, algo de mucha mayor trascendencia estaba implícito en este evento. Esto no fue simplemente echar fuera un demonio y sanar a alguien que estaba enfermo, sino que esto constituyó la venida del reino de Dios. Siempre que el demonio es echado fuera, entonces allí ha llegado el reino de Dios. Los fariseos odiaban al Señor Jesús y criticaban Sus acciones, al punto de decir que Jesús podía echar fuera demonios por Beelzebú, el príncipe de los demonios. El nombre Beelzebú se refiere al líder de los demonios. Los fariseos sabían que Satanás era quien gobernaba a los demonios y quisieron ridiculizar al Señor Jesús acusándolo de echar fuera demonios por Satanás. Pero Él les reprendió diciendo: “Si Yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿por quién los echan vuestros hijos?” (12:27). Lo que los fariseos le dijeron al Señor Jesús era falso, pero Él les respondió con la verdad. Recuerden que los fariseos eran extremadamente religiosos. A sus propios ojos y según su propio entendimiento, ellos adoraban a Dios; sin embargo, el Señor Jesús les dijo que sus hijos echaban fuera demonios por Satanás. Según su propio concepto, ellos adoraban a Dios; pero en realidad, ellos estaban unidos a Satanás. Ciertamente los fariseos pensaban que servían a Dios, lo adoraban y hacían todo lo necesario para complacerle. No eran personas paganas, ni adoraban ídolos ni practicaban brujería. Sólo se esforzaban por adorar a Dios y servirle. Pero el Señor Jesús los puso al descubierto al afirmar que sus hijos echaban fuera demonios por el poder de Satanás. Esto significaba que ellos eran uno con Satanás.

Al hablarles así a los fariseos, el Señor reveló que Satanás tiene su propio reino (v. 26). Hay otro reino además del reino de Dios. Hoy en día la situación es, en principio, exactamente la misma. Aun cuando hay quienes adoran a Dios en nombre y forma, en realidad están unidos a Satanás y le sirven a él. Ellos piensan que están en el reino de Dios, pero en realidad se hallan en el reino de Satanás. Incluso mientras adoran a Dios, es posible que se encuentren en el reino de Satanás. Quizás piensen laborar para el reino de Dios, pero sin saberlo laboran para el reino de Satanás.

Tenemos que ver estos dos reinos: el reino de Dios y el reino de Satanás. A la postre, el reino de Dios absorberá al reino de Satanás. Adán cuando fue creado por Dios era inocente. Dios lo puso frente a dos árboles que denotaban dos fuentes: Dios y Satanás. El propósito de Dios al crear al hombre era establecer el reino. Según la Biblia, la suprema consumación de la obra de Dios es el reino. En ella una casa representa una familia, y una ciudad representa un reino. En la eternidad no habrá una casa, sino una ciudad: la Nueva Jerusalén. El apóstol Juan dijo que él no vio templo alguno en aquella ciudad (Ap. 21:22). Esto quiere decir que el templo será ensanchado hasta convertirse en la ciudad, y la ciudad representa el reino. Finalmente, Dios establecerá Su reino.

Pero ¿cómo es que Dios establecerá Su reino? Cuando oímos la palabra “establecerá” podríamos pensar que significa armar o ensamblar varias piezas o elementos, colocándolos uno al lado del otro. Sin embargo, ésta no es la manera de proceder de Dios. La manera de proceder de Dios es introducirse en el hombre como vida. Esta vida crecerá en nosotros hasta producir el reino.

Antes que Dios pudiera entrar en el hombre, Satanás se introdujo primero de una manera muy astuta. Como todos los engañadores, Satanás fue muy elocuente. Mediante su hablar insidioso, Satanás adoctrinó al hombre con sus propios pensamientos. Él inyectó en la mente humana sus propios pensamientos malignos. En principio, hoy sucede lo mismo. Siempre que uno acepta ciertos pensamientos, enseguida actuará conforme a ellos. Los pensamientos vienen primero, y después las acciones. Los pensamientos que la gente acepta a la postre influirán en su comportamiento. Después que Satanás inyectó sus pensamientos malignos en la mente humana, el hombre utilizó su cuerpo para tomar el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal.

(Reino, El, capítulo 8, por Witness Lee)