Conocimiento de la vida, El, por Witness Lee

II. EL MEDIO DE LA COMUNION DE VIDA

La vida de Dios permanece en el Espíritu Santo de Dios y mediante el Espíritu Santo de Dios la vida de Dios entra en nosotros y vive en nosotros. Por lo tanto, la comunión que nos trae la vida de Dios viene por medio del Espíritu Santo de Dios, aunque se deriva de la vida de Dios. Por eso, la Biblia también llama esta comunión “la comunión del Espíritu Santo” (2 Co. 13:14).

El Espíritu Santo es el que nos hace experimentar la vida de Dios; por lo tanto, el Espíritu Santo es el que nos capacita para tener comunión en la vida de Dios. Toda nuestra comunión de vida está en el Espíritu Santo y es producida por el Espíritu Santo. Esta es la razón por la cual Filipenses 2:1 dice: “...alguna comunión del Espíritu”.

El Espíritu Santo de Dios se mueve en nosotros, poniéndonos requisitos e instándonos por dentro, para hacer que tengamos la comunión que proviene de la vida de Dios. Por lo tanto, si deseamos tener la comunión de vida, no sólo debemos tener la vida de Dios, sino también vivir en el Espíritu Santo de Dios. La vida de Dios es la fuente de la comunión de vida, y el Espíritu Santo de Dios es el medio de la comunión de vida. Aunque la vida de Dios es la que nos da la comunión de vida, el Espíritu Santo de Dios es el que nos hace disfrutar de modo práctico esta comunión de vida. Sólo cuando vivimos en el Espíritu Santo y andamos ocupándonos del Espíritu Santo, podemos disfrutar la comunión de la vida de Dios de una manera práctica.

(Conocimiento de la vida, El, capítulo 6, por Witness Lee)