I. LA FUENTE DE LA COMUNION DE VIDA
¿De dónde proviene la comunión de la vida? ¿Qué es la causa? ¿De qué se deriva? 1 Jn. 1:2-3 dice: Nosotros (los apóstoles) “os anunciamos (a los creyentes) la vida eterna ... para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con Su Hijo Jesucristo”. Estos versículos muestran que el apóstol nos predicó “la vida eterna” para que tuviéramos “comunión”. La vida eterna es la vida de Dios, y la vida de Dios, al entrar en nosotros, nos capacita para tener comunión. Esta comunión proviene de la vida de Dios, y por tanto, es la comunión de la vida. Por consiguiente, la comunión de vida procede de la vida de Dios; su existencia se debe a la vida de Dios, proviene de la vida de Dios y llega a nosotros por la vida de Dios. En cuanto obtenemos la vida de Dios dentro de nosotros, esta vida de Dios nos capacita para tener comunión de vida. Por lo tanto, la vida de Dios es la fuente de la comunión de vida.
(
Conocimiento de la vida, El, capítulo 6, por Witness Lee)