Base para la obra edificadora de Dios, La, por Witness Lee

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EL SEÑOR INTRODUCE AL HOMBRE EN EL PADRE PARA QUE EL HOMBRE SEA PLENAMENTE UNO CON DIOS

Juan 17:22 dice: “La gloria que me diste, Yo les he dado, para que sean uno, así como Nosotros somos uno”. El Señor estaba diciendo: “Así como en Ti soy glorificado contigo mismo, también te pido que en Ti ellos sean glorificados contigo. Así como Tú deseas que en Ti posea Tu naturaleza y esté contigo, del mismo modo te pido que en Ti ellos posean Tu naturaleza y estén contigo”. Sólo en esta condición todos los creyentes pueden ser uno como el Dios Triuno es uno.

Los versículos 23 y 24a dicen: “Yo en ellos, y Tú en Mí, para que sean perfeccionados en unidad, para que el mundo conozca que Tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a Mí me has amado. Padre, en cuanto a los que me has dado, quiero que donde Yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean Mi gloria que me has dado”. Quisiera preguntarles, hermanos y hermanas, qué quiso decir el Señor cuando dijo: “Padre, en cuanto a los que me has dado, quiero que donde Yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean Mi gloria que me has dado”. Creo que a estas alturas ciertamente entienden. Lo que el Señor quiso decir es que Él estaba en el Padre y también quería que Sus discípulos estuvieran con Él en el Padre.

Por lo tanto, lo que el Señor habló en el capítulo 14 se ha cumplido plenamente. En el capítulo 14 el Señor dijo: “En la casa de Mi Padre muchas moradas hay [...] voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me voy y os preparo lugar, vendré otra vez, y os tomaré a Mí mismo, para que donde Yo estoy, vosotros también estéis” (vs. 2-3). Ahora queda claro que este donde no se refiere en absoluto al cielo, a un lugar, sino que se refiere a estar en Dios, es decir, a estar en el Padre.

Les repito una vez más que lo que el Señor logró en Su encarnación sirvió únicamente para introducir a Dios en el hombre. Todavía tenía que irse por medio de la muerte y la resurrección para introducir al hombre en Dios. En Su encarnación el Señor logró que Dios adquiriera una condición humilde. Si Él no hubiera pasado por la muerte y la resurrección, no podría haber hecho que el hombre fuese glorificado. Su encarnación tenía como fin que los hombres puedan ver cómo Él se humilló como hombre; y Su muerte y Su resurrección tenían por finalidad que todos los que creen en Él sean introducidos en Dios para que vean la gloria con la cual Él es glorificado en el Padre y para que también sean glorificados juntamente con Él y Dios.

Fue por eso que el Señor oró diciendo: “Padre, en cuanto a los que me has dado, quiero que donde Yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean Mi gloria que me has dado”. ¿Cuál es esta gloria? Esta gloria es estar con Dios y expresar a Dios, es decir, estar en Dios. Es como si el Señor dijera: “Yo estaba en Ti y estaba contigo. Ahora ellos han visto cómo llegué a ser el Hijo del Hombre y cómo viví como un humilde hombre, pero todavía no han visto cómo soy Aquel que está en Dios y cómo soy glorificado junto con Dios. Así que ahora te pido que los introduzcas en Ti, así como Yo estoy en Ti. De esta manera ellos podrán ver cómo disfruto de la gloria contigo”. Esto es el significado de lo que el Señor dijo, y eso era lo que el Señor iba a lograr en Su muerte y resurrección. Por medio de Su muerte y resurrección, Él nos introdujo en Dios así como Él estaba en Dios. Cuanto más aprendemos a vivir en Dios, más conocemos la gloria del Señor.

El versículo 24 concluye diciendo: “Porque me has amado desde antes de la fundación del mundo”. Esto significa: “En la eternidad Tú me amaste y me glorificaste junto contigo y en Ti”.

Los versículos 25 y 26 dicen: “Padre justo, aunque el mundo no te ha conocido, Yo te he conocido, y éstos saben que Tú me enviaste. Y les he dado a conocer Tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y Yo en ellos”. Este pasaje pareciera decir: “Así como Tú me has amado e hiciste que estuviera en Ti, fuera uno contigo y disfrutara de la gloria junto contigo, del mismo modo Tú los amarás y harás que entren en Ti y sean uno contigo y disfruten de la gloria contigo”. Ése es el significado de la frase: “Para que el amor con que me has amado, esté en ellos”.

(Base para la obra edificadora de Dios, La, capítulo 4, por Witness Lee)